El gobernador Rafael Moreno Valle tiene una razón más para desconfiar de quien hasta hoy funge como secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico de Puebla, Pablo Rodríguez Regordosa.
El “príncipe de la derecha” y hoy fracasado candidato al Senado de la República por Puebla, sumó un fracaso más a su ya larga lista de infortunios, al no cumplir las metas en la recaudación de firmas a favor del que se supone era el candidato de Casa Puebla, Ernesto Cordero.
Rodríguez Regordosa juega como parte de la quinta columna de la derecha poblana en la campaña a la Presidencia de la República, y el señorito prefirió no ensuciarse las manos a favor de Ernesto Cordero, contraviniendo el juego de su jefe.
Una muestra de esto la constituyó la recaudación de firmas a favor del precandidato de Los Pinos, Ernesto Cordero. Regordosa, ya que prefirió hacerse el occiso y no atender los llamados de Casa Puebla que le pedían que operará a favor del “delfín” presidencial, pero Pablito hizo caso omiso, aunque en Casa Puebla su desdén no paso desapercibido.
A Pablo, al parecer, no le bastó con que no lo llevarán a Alemania, tampoco fue suficiente que mediante proyecto de ley le quitaran su jurisdicción sobre el manejo del Centro de Convenciones de Puebla y el Centro Expositor, los cuales maneja su rival Ángel Trauwitz, con quien se disputa la amistad del gobernador.
Otra señal que no le bastó a Pablo fue el veto que ejerció Moreno Valle para que no estuviera presente en la instalación del Consejo Estatal del PAN, porque Pablo polariza.
Luego de conocer los resultados entregados por Pablo Rodríguez, no es extraño que el Ejecutivo del estado cada vez más desconfíe del “príncipe de la derecha”, ya que sus resultados de poco o nada ayudan a la administración estatal y, por el contrario, generan división. Eso ya lo tiene claro el gobernador.
Moreira no conocía a Doger
Por muy raro que parezca, ayer en la sede del CEN del PRI quedó constancia de que el líder nacional de este partido, Humberto Moreira Valdés no conoce a Enrique Doger Guerrero. Es más, no sabe ni quién es el expresidente municipal de Puebla.
Tuvo que ser el propio exedil el que se presentara ante el dirigente nacional priista, luego de la reunión que sostuvo con el grupo de inconformes del PRI, donde el coahuilense —por espacio de dos horas y media— platicó con los mitoteros priistas.
El exrector de la UAP, un hombre valioso y quien sin duda estará tocando la puerta de su partido para el 2013, cuando buscará convertirse en el candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla, tuvo que pasar la vergüenza de su vida, luego de tener que presentar ante Moreira sus credenciales, entre las que destacó el haber sido exrector de la UAP.
Para hacerse notar, Doger le entregó a Humberto Moreira unas encuestas de intención de voto, mismas que elaboró la encuestadora Mamadata, las cuales el dirigente nacional del tricolor guardó bajo su sobaco y ni siquiera se dignó a ver.
Luego Moreira alcanzó a decir en cortó a sus más allegados: “¡Ay!, este priista poblano. Ya me habían platicado de sus grillas, pero se ve que no entiende y así quiere ser otra vez, según dicen sus allegados, presidente municipal de Puebla”.
Pablo juega a la simulación

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