Independientemente del sainete escenificado por el diputado Héctor Alonso con un par de reporteros de la fuente, la sesión del día de ayer resultó histórica por la forma en la que la borregada legislativa mostró su entreguismo en favor de los designios del “señor de los cerros”.
Con excepción de dos diputados, el resto aprobó la Ley de Ingresos de Puebla y San Andrés Cholula generando un conflicto jurídico de dimensiones incalculables.
Sin estudio alguno, el pleno de los diputados aprobó sin elementos técnicos las propuestas de ambos municipios, las cuales incluyen colonias que pertenecen a Puebla y que ahora le autorizan a San Andrés para que cobre por los mismos servicios.
Hay que decir que en años anteriores, cuando tanto criticaban a la mayoría mecánica del PRI, los diputados por lo menos se tomaban la molestia de preguntar al catastro para definir así los mapas y la cobranza para cada municipio, pero ahora los diputados —como buena oficina de tramites del gobierno del estado— decidieron abreviar el trámite, para autorizar el cobro de servicios a los dos municipios provocando un serio conflicto de intereses con una doble tributación y una definición incorrecta de la jurisdicción municipal.
Así las cosas, los diputados que votaron a favor de esta aberración jurídica violaron las garantías de legalidad de los contribuyentes, al grado de que los ciudadanos de esas zonas hoy están en riesgo de que por vivir en la zona en conflicto les puedan cobrar el doble en todos los servicios municipales.
Ayer, los diputados demostraron que su entreguismo es más grande que su compromiso social y dejaron desarmados a los ciudadanos, quienes tendrán que apechugar por la falta de “amígdalas” de los legisladores poblanos.
Y lo peor del caso es que entre los serviles diputados están algunos que han declarado su interés por suceder a Eduardo Rivera en el palacio municipal.
Sin darse cuenta, estos diputados que ayer votaron en contra del decreto del 62 atentaron también en contra de los intereses de la ciudad que aspiran gobernar.
¡Ver para creer!
A quienes debo reconocer su postura técnica y congruente es a los diputados José Juan Espinosa y Enrique Doger, quienes esta vez mostraron sus conocimientos jurídicos y su interés por mantener la gobernabilidad de la zona limítrofe.
Los demás dejaron en claro su total entreguismo al morenovallismo.
Para finalizar, una prueba más de la sumisión del Poder Legislativo fue que nadie defendió con argumentos al municipio de San Andrés Cholula, incluso los diputados aceptaron que se habían equivocado, dijeron que podían discutirlo, pero al final la línea gubernamental terminó por imponerse.

Paco Ramos, un avestruz
El día de ayer, el diputado federal priista Francisco Ramos terminó escondiendo la cabeza en medio del escándalo desatado por la reportera Leticia Torres por el desconocimiento de la paternidad de un menor.
Pese a su intensa actividad a través de su cuenta de Twitter, el día de ayer decidió olvidarse de ella y no emitió ninguna postura al respecto.
Para eso me gustaba este diputado, quien además de esa negra historia tiene muchas otras que serán relatadas en las páginas de Intolerancia.
Créanme que se van a impactar.