Desde el 31 de noviembre, Félix Martín Gonzáles busca en forma legal ser restituido en su cargo de comandante en la Policía Municipal Preventiva (PMP).
Desde que le fue anunciada su baja —y la de 39 elementos más— busca de manera personal que no sólo que lo regresen al mando del Segundo Sector de la uniformada, sino que además le paguen sus salarios caídos y, sobre todo, le pidan una disculpa porque los argumentos con los que lo dieron de baja asegura que no son creíbles.
Y es que dice que le pidieron la renuncia por no haber pasado los exámenes de confianza que le fueron practicados en Junio del 2010.
Martín González pidió entrevistarse con el reportero, primero para exhibir lo que llama “mentiras” por parte del secretario de Seguridad Pública y Tránsito del municipio, Amadeo Lara Terrón y luego para demostrar que el pretexto que le esgrimieron para sacarlo de la corporación es falso, así como para considerar que lo sacaron porque les estorbaba. “Yo no soy corrupto”, dice.
La breve carrera policíaca de Félix Martín la inicio el 15 de octubre del 2008, cuando con enseñanza militar ingresó a la Secretaría de Seguridad Pública municipal a cargo del Banco de Armas, y luego escaló hasta llevar el mando del desaparecido Grupo Halcón, donde dice que mientras estuvo al frente no hubo denuncias en su contra por abuso de autoridad ni por actos de corrupción. Cuando lo relevaron del cargo y lo pasaron al mando del Segundo Sector de la municipal, su expediente estaba limpio.
Entre ese lapso de trabajo fue sometido al examen de confianza, luego lo llamaron para decirle que lo reprobó y que tenía que salir de inmediato de la corporación.
Y se pregunta: “Si no pasé el examen de confianza, ¿cómo me dieron el mando del Segundo Sector, o por qué no me dieron de baja cuando estaba al frente de los Halcones?

Las mentiras
Félix Martín González, quien antes fue militar, al momento de su despido promovió un amparo federal porque consideró que fue injusto lo que le hicieron.
Dentro del expediente 1638/2011, Martín expuso que era imposible que hubiera reprobado el examen de confianza porque después de éste siguió trabajando en mandos considerados de importancia y de alta responsabilidad.
El mismo secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal fue citado para el caso y su respuesta no fue la misma que le dio a Félix Martín, dijo que el servidor público había sido separado de su cargo porque abandonó la responsabilidad. Así nada más. El caso se sobreselló, es decir “le dieron carpetazo”, aunque aún existen otros recursos a los que dice va a recurrir.
Así las cosas, el exmilitar y exservidor público de la SSPTM va a segur en su lucha legal para lograr la restitución, sobre todo porque su disciplina así se lo exige y a fin de cuentas “el que nada debe…”

Gilberto Loya Chávez, la cuenta regresiva
Todo parece indicar que la suerte de Gilberto Loya Chávez, titular de la Dirección de Tránsito Municipal y encargado de despacho de la Dirección de Seguridad Pública, tiene los días contados.
Y es que antes de que de ocurra el primer informe de actividades del ayuntamiento de Puebla, deberá de haber presentado por lo menos su cartilla del Servicio Militar para que demuestre que fue contratado conforme lo marca la ley, y como consecuencia deberá tener vigente el permiso para portar armas, no el oficio que le giro el secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal —su jefe y amigo— para portar armas, porque ese permiso sólo sirve para limpiar el Reglamento Federal de Armas de Fuego y Explosivos, además de que la misma corporación deberá de contar con el permiso para la portación de armas, porque en con la ilegalidad no se puede combatir el crimen.
De hecho ya existe un proyecto muy ambicioso por parte del ayuntamiento para transformar todos los mandos, y éste tendrá que ser necesariamente por concurso. Don Gilberto parece estar fuera, sobre todo porque se debe de dar el ejemplo de que los altos mandos deben de estar dentro de la legalidad.
De hecho deben ser todos los mandos, porque existen personajes como Sixto Tobón González, quien está al frente del grupo K9 —Canino— que sí reprobó el examen de confianza.

El Correo de los muertos
Hablando de violación de derechos…
“En la Policía Ministerial nos están pidiendo tener un título y una cédula profesional para r conservar nuestro trabajo, a continuación te menciono lo que dice la ley
”Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Artículo 88: La permanencia es el resultado del cumplimiento constante de los requisitos establecidos en la presente ley para continuar en el servicio activo de las instituciones policiales son requisitos de ingreso y permanencia en las instituciones policiales, los siguientes: b) De permanencia.
”IV). Acreditar que ha concluido al menos, los estudios siguientes:
”a). En el caso de los integrantes de las áreas de investigación, enseñanza superior, equivalente u homologación por desempeño a partir de bachillerato.
“En la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia. Título Tercero del Servicio de Carrera de Procuración de Justicia. Capítulo III del Servicio de Carrera de Policía Ministerial. Artículo 74: Para ingresar y permanecer como policía ministerial se requiere:
”II. Permanencia.
”d). Acreditar que ha concluido al menos los estudios de enseñanza superior o equivalente u homologación por desempeño a partir de bachillerato.
”Con base en lo anterior, ¿cómo es posible que exijan una cédula profesional y título si la ley no contempla esos requisitos?, y ¿cómo es posible que con nuestro sueldo paguemos 1520 pesos por derecho de examen para obtener el título y cédula profesional como investigador policial, faltando 12000 pesos por concepto de tramites para dichos documentos?
”En la institución hay personal que tiene estudios superiores pero por falta de recursos no ha sido posible que se titulen. ¿Acaso una carta de pasante o certificado no son documentos que demuestren que uno tiene estudios superiores?”

Hasta aquí la carta

Nos vemos cuando nos veamos