Son varios los temas políticos que han saltado esté fin de semana. Como no quiero excluir ninguno, abordaré de manera muy simple algunos de ellos.
¿Quién le conviene a los Estados Unidos que gane? Hasta el momento ninguno de los tres candidatos de unidad que buscan gobernarnos ha dicho algo sobre cómo deberán ser las relaciones con este país, ni si quiera sobre el tema del narcotráfico que a ellos les preocupa demasiado.
Lo anterior tiene que ver a raíz de los informes —no nuevos— de la DEA sobre la declaración del testigo protegido Antonio Peña Argüelles que involucra al exgobernador del estado de Tamaulipas, Tomás Yarrington, con los cárteles de la droga del Golfo y los Zetas. Esta situación que ha rebotado en el PRI, quien acusa al gobierno federal de involucrarlo en esta “guerra sucia”.
Más allá de estas declaraciones, creo que es un tema de fondo e inteligencia, algo que les está faltando a Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel LópezObrador.
Aunque no sabemos que piensen los “gringos” de nosotros en esta coyuntura electoral, es claro que deben de tener sus propios escenarios y de quién quieren que gane en julio.
Sus relaciones con el PRI las conocen de sobra, pues con el viejo régimen trabajaron durante muchos años, saben de sus “broncas” como partido hegemónico que fue y también de sus grupos de poder, además conocen por qué perdieron el poder en el 2000.
Claro que les interesa que pueda ganar Peña Nieto, la gobernabilidad interna estaría asegurada. El PRI tiene a la mayoría de los gobernadores, se ha posicionado y no dará ningún viraje brusco al actual modelo económico. Además, mantiene excelentes relaciones con los principales capitanes del dinero y con los dos monopolios televisivos. Se les haría más fácil tratar temas espinosos y delicados con un gobierno que ha dejado atrás “rollo” como el de la soberanía nacional.
Saben que está dispuesto a mantener el libre mercado y abrir la participación en un mediano plazo en sectores fundamentales de nuestra economía (petróleo). Conjuntamente con lo anterior, acordarían temas sobre la migración y, lo más peligroso, el asunto de las drogas, que para las autoridades americanas significa un asunto de seguridad nacional.
Bueno, también les gustaría la panista Vázquez Mota. Con el actual régimen derechista siguen trabajando y llevan estos últimos 12 años, en donde la política exterior no vario en nada, fue gris y sin nada importante que aportar en asuntos bilaterales de suma importancia para nosotros.
Con los panistas no hubo sobresaltos, tampoco problemas que nos confrontaran y los lineamientos internacionales sobre la economía han sido cumplidos al pie de la letra. El gobierno federal y la cancillería mexicana jamás han alzado la voz más de lo permitido, ante las violaciones que se cometen a diario en contra de nuestros paisanos.
La alternancia blanquiazul también benefició de manera indirecta a los EU, ya que la sociedad mexicana encausó su hartazgo ante el autoritarismo y la corrupción hacía el PAN.
Tal vez el único “negrito en el arroz” es la molestia que han mostrado los del otro lado de la frontera, sobre los no buenos y gratos resultados en el combate al narcotráfico que lleva a cabo la administración de Felipe Calderón Hinojosa. No quieren que la violencia de la delincuencia organizada de nuestro país traspase su frontera.
Por supuesto que los llena de dudas y desconfianza que AMLO pueda alzarse con la victoria el primer domingo de julio. No lo ven con buenos ojos, no confiarían en un gobierno de izquierda en México.
Han tenido mejores relaciones con las derechas del PRI y PAN, porque éstas han sido de dependencia y no de respeto entre naciones.
Me atrevo a decir que en un momento dado, aceptarían con muchas condiciones una presunta llegada de López Obrador al poder.
Ellos saben que tal vez sea mejor una alternancia por la vía de la izquierda en estos momentos, que los gobiernos ineficientes del PAN y “corruptos” del PRI. La izquierda legal puede ser un escape político ante un posible descontento social, por una posible crisis económica y social que se pueda agudizar.
Como están las cosas en el mundo y en América Latina, tal vez este polo democrático y progresista sirva para “desmovilizar” y seguir encauzando las protestas sociales hacia las alternativas legales (electorales).
No nos podemos hacer, dependemos en gran medida, sobre todo en lo económico de las relaciones con los Estados Unidos. Los mexicanos necesitamos empleo, crecer, competir y comer. Ninguna fuerza partidaria y sus candidatos en su sano juicio pueden eludir este tema.
Informes municipales
Esta semana será de informes municipales en los 217 ayuntamientos de nuestra entidad. De una cosa estoy seguro, la mayoría de los ediles no han “agarrado la onda” de la alternancia y tampoco han hecho su tarea como es debido.
Falta algo: siguen pensando con el pasado, siguen tomando las participaciones para su uso personal. Muchos no todos abusan de sus cargos, les ganan los viejos hábitos del autoritarismo y se sienten los más “chingones” en sus pueblos.
Sólo les faltan 2 años y creo que no están jalando parejo. Necesitan trabajar, ser eficientes, decentes, honestos y dejarle de hacerle caso a muchos de sus “asesores” que cada partido les siembra.
En Puebla nunca saldremos de la pobreza y la marginación, que hoy crece más en la Sierra Negra, si no hay desarrollo municipal. Los órganos institucionales encargados de su atención y para la solución de sus “broncas” tampoco los educan, ni están a la altura de lo que necesitan.