De entre las muchas acciones que el gobierno morenovallista ha realizado en lo que va del sexenio, sin duda la más relevante fue la ejecutada la noche de ayer, mediante la cual el gobierno toma el control de las cuatro plantas de tratamiento de agua que durante dos décadas operaba con absoluta ineficiencia la empresa francesa Degrémont.
En este caso en concreto no se puede más que reconocer la decisión del gobernador Moreno Valle, quien ya cuenta con un proyecto de rehabilitación de estas plantas de tratamiento para mejorar la calidad de vida de miles de poblanos.
Históricamente, el río Atoyac ha sido uno de los principales problemas de la capital del estado, el cual genera una serie de conflictos para los habitantes de las colonias que recorre este afluente.
Quienes rebasan los 40 años de edad, seguramente recuerdan al gobernador Manuel Bartlett en el inicio de los años 90, anunciando con bombo y platillo la millonaria concesión de las plantas de tratamiento en favor de la empresa Degrémont.
Con este contrato, la administración bartlista aseguraba limpiar los hediondos ríos Atoyac y Alseseca, además de rescatar el lago de Valsequillo.
Lamentablemente la empresa gala sólo vendió espejitos, incumpliendo técnicamente con los parámetros de calidad de agua a la que se comprometió entregar, mismos que se estipularon en el respectivo contrato de concesión.
Contrario al sentido común, en los dos sexenios posteriores al de Manuel Bartlett, el gobierno estatal no sólo omitió los procedimientos de rescisión por incumplimiento de contrato a Degrémont, sino que los ratificó como si la empresa francesa estuviera cumpliendo a cabalidad los compromisos pactados.
En Intolerancia Diario hemos dado seguimiento al caso Degrémont y su complicidad con las autoridades estatales de sexenios anteriores.
Me permito retomar dos columnas que ejemplifican el trabajo periodístico de este medio.

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Contracara 20 de enero de 2011
5 mil millones, tirados al caño


A lo largo de dos sexenios, la empresa Degrémont ha lucrado con las plantas de tratamiento de agua, sin que los poblanos hayamos visto un avance sustancial respecto al saneamiento de los ríos Atoyac y Alseseca.
La empresa francesa —favorecida con la concesión— ha cobrado más de 5 mil millones de pesos por la prestación de un servicio totalmente deficiente.
Así como usted lo lee.
Degrémont ha cobrado cantidades multimillonarias, sin que hasta la fecha haya logrado alcanzar los parámetros exigidos por las autoridades ecológicas.
Pero lo más grave, es que estén cobrando sin que exista un mecanismo para medir la cantidad de agua “tratada”.
Tal y como lo revela el reportaje publicado hoy por Intolerancia Diario, no existe un medidor en la salida de las plantas que permita tener con certeza el flujo de agua, lo que implica que se está pagando con simples aproximaciones.
Degrémont factura el agua tratada a ojo de buen cubero, lo que implica una seria irregularidad de su parte.
Es evidente que el SOAPAP se ha convertido en la tapadera de esta empresa.
Además, el contrato a 20 años, mediante el que la empresa gala obtuvo la concesión, establece que las plantas de tratamiento no pueden procesar más agua de la estipulada; sin embargo, Degremont ha rebasado ese flujo con el único fin de cobrar más dinero, sin que las plantas alcancen los parámetros mínimos requeridos por la Semarnat, Conagua y Profepa.
En pocas palabras, pasan más agua para cobrar más dinero, sin importar la calidad de la descarga.
¿Quién está detrás de esta flagrante estafa?
Para tener una idea, debemos hacer un poco de historia.
¿Quién era el titular de la Sedurbecop cuando se otorgaron esas concesiones?
¿Quién es ahora el director del SOAPAP?
Efectivamente, ni más ni menos que Eduardo Macip Zúñiga.
Sin duda, el reportaje de Jorge Castillo es un valioso documento que detalla y revela la forma en la que Degrémont ha operado las plantas de tratamiento, con el resultado que todos los poblanos conocemos.
No son gratuitos los problemas que esta empresa ha tenido en otras ciudades de nuestro país, como Culiacán y Ciudad Juárez.
Si el próximo gobierno estatal quiere dar resultados en materia ecológica y así cumplir con la promesa de sanear los ríos de esta capital y la presa de Valsequillo, ya conocen —a través de este reportaje— dónde está el centro del problema.
Cualquier proyecto ecológico estará condenado a fracasar, mientras las plantas de tratamiento continúen operando bajo las condiciones que ha impuesto Degrémont.
Hasta ahora nada ni nadie ha movido un dedo para poner orden al respecto.
Sin duda, esta investigación nos revela que los más de 5 mil millones de pesos pagados a los franceses fueron tirados literalmente al caño.
¡5 mil millones de pesos!

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Contracara 1 de abril de 2011
Más allá del golpe mediático


Más allá de los golpes mediáticos, como la recuperación de los predios de Valle Fantástico y de los diferentes inmuebles propiedad del gobierno estatal, como el de El Heraldo de Puebla, Rafael Moreno Valle está a punto de cumplir con una de las promesas durante su toma de posesión: el rescate del lago de Valsequillo.
De lograr la cancelación de la concesión a la empresa Degrémont, dará el primer paso para sanear los principales afluentes de ese vaso de agua.
Sin embargo, el objetivo no será fácil porque la empresa cuenta con las complicidades de Eduardo Macip, exdirector del SOAPAP, pero sin duda el nuevo gobierno tendrá que tomar cartas en el asunto para emprender el saneamiento de los ríos Atoyac y Alseseca.
De otro forma no se podrá concretar una de las promesas más sonadas y pondría en riesgo la credibilidad del nuevo gobierno. De lograrse, Moreno Valle se convertiría en un “gobernador ecológico” al rescatar el lago de Valsequillo.
En tanto, según consta en documentos oficiales, todo fue con el contubernio con exfuncionarios del SOAPAP, que pagó un contrato millonario con la empresa constructora Perecar para que instalara los tubos que irían desde la tratadora para mandar el agua.
El pasado 25 de enero se cumplieron doce años de que la empresa Degrémont se hiciera cargo de las cuatro plantas de tratamiento de la Angelópolis. El balance hasta el momento ha sido desastroso para la ecología y fraudulento para las finanzas públicas.
Sin embargo, quien ha ganado solamente en este periodo de tiempo es la misma compañía que cobró más de 5 mil millones de pesos por un servicio “a todas luces” ineficiente.
Para el gobierno estatal, Degrémont representa una deuda de 2 mil millones de pesos que tiene el SOAPAP por construir las instalaciones de la firma.
La investigación a la empresa está por concluir y todo indica que perderá la concesión, porque existen los elementos suficientes para demostrar que la empresa francesa incumplió con el saneamiento de los ríos Atoyac y Alseseca.

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Estas dos citas son parte de todo un rastreo periodístico realizado por nuestro diario, a través del cual hemos dado cuenta a nuestros lectores del desfalco al erario en el que han incurrido los anteriores gobiernos estatales y la empresa en cuestión.
Y aunque trascendió que la toma de las plantas de tratamiento podría derivarse de un acuerdo privado entre la administración morenovallista y Degrémont, la firme decisión de recuperar el manejo de las tratadoras refleja la intención de sanear los ríos y rescatar Valsequillo.
Esta vez no tengo más que reconocer la acción gubernamental de Rafael Moreno Valle, quien ayer abrió la puerta al saneamiento de las arterias hidráulicas que dan vida a nuestra ciudad capital.