Puebla capital será el escenario de un duelo a muerte entre priistas, panistas y panalistas, quienes se disputarán las diputaciones que están en juego. Sin embargo, la balanza se inclina favor de los dos primeros partidos.
La fuerza del PAN para esta elección que se avecina se ubica en su marca, la cual es la mejor posicionada en Puebla y en la zona conurbada. Otro punto a su favor puede ser la operación de sus autoridades (estatal y municipal). Cada una apadrina a dos de los candidatos, por lo cual se pueden alzar con el triunfo. Un tercer punto a favor de los albiazules es que cuentan con el PRD y el Panal para dividir al voto priista.
El PRI tiene a su favor la figura de su candidato Enrique Peña Nieto, el mejor posicionado en todos los estudios de opinión. También —desde mi punto de vista— llevan ventaja en los candidatos, son gente más conocida y con amplio trabajo en Puebla capital, aunque algunos ya con el desgaste natural del ejercicio del poder.
En 1997 el PRI arrasó en Puebla capital con sus candidatos, Omar Álvarez Arronte, Víctor Manuel Carreto, Salomón Jaulí (QPDE) y Celso Fuentes.
A partir del 2000 Acción Nacional hiló tres victorias de manera consecutiva en Puebla capital, de la mano de Vicente Fox y Felipe Calderón.
En el 2000 los candidatos del PAN —en alianza con el Verde— se impusieron a los del PRI. Erika Spezzia, Ramón Mantilla, Miguel Mantilla y Alfonso Vicente, se alzaron con el triunfo.
En el 2003 los ganadores fueron Roberto Ruiz Esparza, Felipe Puelles Espina, Angélica Ramírez Luna y Myriam Arabián Couttolenc, por los distritos, 6,9, 11 y 12, respectivamente.
En el 2006 la racha de triunfos se extendió con los candidatos Arturo Flores Grande, Violeta Lagunes, Antonio Sánchez Díaz de Rivera y Alfonso Bello.
En el 2009 el PRI rompió la hegemonía del albiazul con el triunfo en los cuatro distritos de la capital con Francisco Ramos Montaño, Blanca Jiménez, Juan Carlos Natale —quien compitió por el Partido Verde— y Leobardo Soto López.
En esta elección los panistas irán a la contienda con Enrique Guevara, Blanca Jiménez, Marissa Ortiz y Néstor Gordillo, dos posiciones del alcalde Rivera y dos del gobernador Moreno Valle.
El PRI recompuso las cosas y decidió poner toda la carne al asador enviando al expresidente municipal Enrique Doger Guerrero, a Víctor Manuel Carreto, a Nancy de la Sierra y a Pablo Fernández del Campo, prácticamente lo mejor que tenía a su alcance.
El PRI tendrá que enfrentar a los expriistas que hoy competirán bajo las siglas de Nueva Alianza en las personas de la senadora Leticia Jasso Valencia, el exdiputado local, Luis Alberto Arriga Lila y la excandidata Silvia Arguello de Julián.

El show de las comparecencias
Pocos, muy pocos realmente saben que las comparecencias de los funcionarios de la administración morenovallista sólo fueron un show mediático, ya que previamente se habían puesto de acuerdo el funcionario en turno y los diputados de la LVIII Legislatura local.
Los funcionarios ya llevaban anotado lo que se le iba a preguntar, quiénes harían las preguntas y qué sería lo que tenían que responder.
Por ejemplo, durante una comida Roberto Moya Clemente, titular de Finanzas, se puso de acuerdo con los diputados sobre su comparecencia. No obstante, incluso durante la comida para planchar las cosas hubo roces con algunos diputados, como cuando Josefina Buxadé le pidió a Moya incrementar el presupuesto para la Comisión de Acceso a la Información, lo cual provocó una sobrerreacción de parte de Moya, quien molesto aseguró que no habrá ni un peso más para la CAIP, a la cual la administración morenovallista tiene en la mira. Aún más, sentenció que la culpa de que la Comisión no tenga más recursos es de los diputados, pues ellos son quienes aprueban el presupuesto, ni más ni menos. La respuesta —está por demás decir— causó mucha molestia.
Otro caso fue el del procurador Víctor Carrancá, con quien se acordó no tocar originalmente al alcalde de Acatzingo, Eliseo Zayas. No obstante, al presentarse ante el pleno, Carrancá hizo a un lado los acuerdos y se le fue encima al edil, cuya cabeza está en picota y puede caer en los próximos días.
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Ricardo Morales Sánchez