Ante la proximidad del arranque de las campañas presidenciales, las encuestas toman un papel preponderante para entender la complejidad del proceso electoral.
Cada uno de los tres candidatos reales a gobernar este país tiene su encuestadora de cabecera, lo cual les permite conocer las verdaderas posibilidades de triunfo y las estrategias a implementar conforme se acerque el 1 de julio.
Salvo casos de excepción, todos los candidatos exigen a sus propias casas encuestadoras números reales porque de ellos depende abrir la puerta de Los Pinos.
Pero más allá de las encuestadoras de cabecera existen otras empresas dedicadas a la realización de estas mediciones por cuenta propia y por encargo de algún medio de comunicación.
Nacionalmente existen infinidad de empresas dedicadas a las mediciones preelectorales, por lo que es muy importante reconocer a las que están respaldadas de un verdadero prestigio.
En el medio político son reconocidas —unas más, otras menos— por su seriedad: Consulta Mitofsky, BGC (Excelsior), Parametría (OEM), Reforma, ISA, Buendía (El Universal), Abundis (TV Azteca), IPSOS, Covarrubias y en un renglón especial María de las Heras y Mercaei, que trabajan para el PRI y el PAN respectivamente.
No obstante, pese a la seriedad que pudiera respaldarlas, en días pasados se dieron a conocer dos estudios con resultados totalmente distintos.
La semana anterior, provocó una verdadera tormenta la encuesta de la empresa GEA-ISA publicada en la primera plana de Milenio, en donde la diferencia entre Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota era de siete puntos.
El lunes pasado, el periódico Excelsior presentó el estudio demoscópico de la empresa BGC, en el cual la diferencia entre ambos es de 20 puntos en favor del priista.
Ante tales diferencias entre dos “prestigiadas” encuestadoras, la única razón lógica que podría encontrarse es que cada una tuviera marcados intereses entre los dos candidatos.
Y esa fue la lectura que predominó entre quienes leyeron las primeras planas de esos diarios.
Tras esta desproporción, resulta mucho más interesante recurrir al estudio comparativo que realizó Consulta Mitofsky, el cual se puede consultar en su portal de internet y en donde tomó en cuenta a diversas encuestadoras para presentar un promedio general.
Partiendo de las últimas encuestas de la mayoría de las encuestadoras, el promedio de preferencia efectiva es de más de 20 puntos entre Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota.
Y para evitar celebraciones o descalificaciones a priori, los invito a consultar a fondo los comparativos que realizó Consulta Mitofsky, en consulta.mx y así fijar su propio criterio al respecto.
Por lo pronto, las tendencias parecen favorecer al candidato tricolor.
Ya se verá.
La guerra de las encuestas
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