Primero fue Peña Nieto. Ahora, el turno es de Josefina Vázquez Mota, quien ayer hizo el peor de los ridículos cuando ante sus ojos se vaciaron (literalmente) las gradas del estadio Azul, mientras ella lanzaba su discurso para rendir protesta como candidata presidencial.
Si recordamos, a Enrique Peña Nieto le cayó la maldición de las redes sociales cuando era amo y señor de las tendencias electorales y se sentía imparable e intocable.
Su tropiezo cultural en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara le costó carísimo, sobre todo por la repercusión que se le dio al tema en las redes sociales.
Para fortuna del priista, se le atravesó diciembre, lo cual detuvo en buena medida la arremetida que en su contra le lanzaron las redes cibernéticas.
Y aunque la tempestad amainó, es innegable que los puntos que perdió Peña Nieto entre noviembre y enero estuvieron íntimamente ligados al escándalo que se hizo a través de Twitter y Facebook.
Pues ahora parece que la que tropezó en el peor de los momentos fue la candidata panista Josefina Vázquez Mota, quien justo en su discurso fue abandonada por sus presuntos seguidores, quienes iniciaron una impresionante estampida a medio discurso.
Sólo viéndolo puede uno dimensionar el tamaño del desaire.
El día de ayer pude comparar diversos vídeos, y es impactante observar cómo inicia su discurso Josefina con las tribunas del estadio Azul abarrotadas, y la forma en la que éstas se vacían en unos cuantos minutos mientras la candidata emitía su perorata.
La escena confirma dos puntos esenciales: que el discurso de Josefina es anacrónico y vacío, y que el acarreo es —en la actualidad— una práctica simuladora de alto riesgo.
Sobra decir que Josefina ayer acaparó las redes sociales y en Twitter alcanzó Trending Topic con #JosefinaForeverAlone y con #JosefinaMeteMenosGenteQue, con los cuales movilizó miles de mensajes en su contra. Y aunque intentaron matar a Peña Nieto en el juego, la realidad es que la “celebridad” de las redes sociales de ayer indiscutiblemente fue la panista.
Habrá que ver cuánto le pega este escándalo, porque dicen que lo que mal inicia, peor termina.
La de ayer sin duda fue la peor toma de protesta de un candidato presidencial panista de la que se tenga memoria.
De derroches y malinches
Continúan apareciendo datos que confirman los derroches y las muestras malinchistas en la organización de los festejos del 5 de Mayo.
Si partimos de que a los poblanos nos costará 188 millones de pesos los eventos conmemorativos, uno debe preguntarse por qué contratar a una extranjera como Five Currents para organizar el desfile cívico militar, cuando Puebla históricamente ha sido un ejemplo internacional en esa materia.
Me queda claro que para quienes no han vivido en Puebla —que es precisamente el caso de quienes hoy gobiernan este estado— el nombre del teniente Raúl Velasco de Santiago no debe decirles nada.
Sin embargo, quienes son poblanos saben lo que representa este personaje y las veces que junto con su equipo de trabajo puso en alto el nombre del estado.
Ese personaje dejó una gran escuela respecto a la organización de desfiles, ceremonias y mosaicos vivientes.
Si algo diferencia a nuestro desfile es que estaba hecho por los propios escolares, no por una empresa que vendrá a derrochar tecnología y a destruir una de las más arraigadas festividades poblanas.
No tengo la menor duda de que con los millones destinados al próximo desfile, la empresa ofrecerá un evento espectacular, pero basta con recordar lo que hicieron con el desfile del Bicentenario en la ciudad de México, para saber que a esas productoras extranjeras lo que menos les interesa es la identidad y las tradiciones nacionales.
Por absurdo que parezca, el desfile para celebrar la Batalla del 5 de Mayo —cuya esencia fue luchar contra la intervención de una nación extranjera— sea organizado precisamente por una productora extranjera.
¡Ver para creer!
A cada capillita, le llega su fiestecita
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