El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene todas sus esperanzas fundadas en que Enrique Peña Nieto se mantenga durante los tres meses por venir de campaña en el primer lugar de las preferencias electorales, para lograr el tan ansiado regreso a Los Pinos.
El factor Peña es el alma y el motor del proyecto priista para regresar a la tierra prometida, por lo que todo se centra en la figura del candidato a la Presidencia de la República y en que pueda arrastrar a los candidatos de su partido.
Los priistas creen que al igual que como sucedió con Vicente Fox Quesada en el año 2000, Peña arrastre al triunfo “como en una ola” todo lo que encuentre a su paso, de ahí que exista mucha confianza de sobreponerse en estados que le son adversos al priista, como el propio estado de Puebla.
En Puebla los números no son nada favorables para el proyecto peñista, el cual en un escenario favorable podría ganar hasta 8 diputaciones federales de las 16 que están en juego, aunque actualmente sólo podrían alzarse con el triunfo en dos distritos: Zacatlán, donde el candidato es José Luis Márquez Martínez y Zacapoaxtla, donde la candidata es Josefina García. En otros dos distritos están adelante, pero por escaso margen: San Martín y Tepeaca, con sus candidatos Carlos Sánchez Romero y Jesús Morales Flores.
En los 12 distritos restantes de la entidad, el PRI se encuentra abajo en las preferencias electorales, siendo el caso más dramático el que se presenta en Puebla capital, en donde en su conjunto el tricolor está 17 puntos debajo de Acción Nacional.
Paradójicamente, para el priismo poblano que se la pasa alabando las acciones del gobernador Moreno Valle, el principal activo para que hoy el PAN esté por encima del tricolor en Puebla capital, son las acciones de gobierno que ha desarrollado el mandatario estatal en Puebla y su zona conurbada, y que son vistas con agrado por la mayoría de los habitantes de la ciudad, principalmente entre los grupos de clase media y media alta.
Por si fuera poco, el alcalde Eduardo Rivera Pérez con su programa Mil Calles pulverizó el llamado “voto verde” en la capital del estado, al llegar a las colonias populares y juntas auxiliares abandonadas por todas las administraciones anteriores.
Los priistas de Puebla tienen todas sus esperanzas en que al tratarse de una elección presidencial, en donde los candidatos a la Presidencia arrastran al resto de los aspirantes, la situación mejore y no se presente el voto diferenciado, por eso ven en Peña Nieto a su gran baluarte, aunque mejor deberían recordar que Dios dice: “ayúdate, que yo te ayudaré”.
También Haddad se va
Luego de ser humillado, maltratado y ofendido por el que fue su partido político durante muchos años, el empresario Julián Haddad Férez decidió dejar las filas del PRI, luego de que por enésima vez le tomaran el pelo.
Haddad buscaba ser el candidato del PRI a diputado por el distrito 9 con cabecera en Puebla, pero luego de haber sido objeto de la burla por parte de la dirigencia nacional y estatal de su partido, cortó por lo sano y ha decidido escuchar propuestas por parte de otras fuerzas políticas.
Específicamente existe ya un ofrecimiento por parte del Partido Nueva Alianza, para que Julián se convierta en el coordinador de Promoción al Voto del partido magisterial, precisamente en las zonas metropolitanas, y ya estudia con atención la oferta.
El tricolor no se cansa de dejar fuera a los que alguna vez fueron militantes valiosos y representantes a muerte de los colores de este partido. La desbanda es de tal magnitud, que realmente son pocos los priistas que aún se mantienen leales a este instituto político.
Ver para creer.
Peña, la fortaleza del PRI
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