Personal de la Policía Ministerial del Estado (PME) ayer puso al descubierto los abusos y los excesos del personal del “Grupo de Inteligencia” de la Policía Estatal Preventiva (PEP), luego de que un grupo de los “muchachitos” intentó alterar pruebas antes de que se iniciara una investigación contra los detenidos, como presuntos responsables al asalto de un tráiler nodriza que trasladaba 25 vehículos de la marca FIAT, de los que lograron robarse dos.
Este grupo, que llegó en vehículos con placas sobrepuestas, fueron alertados de la detención de seis sospechosos de robo de vehículos, de los que se especula la gran mayoría son miembros de corporaciones policíacas de otros estados, y quienes trataron a toda costa de mover de su lugar la unidad nodriza, pero se lo impidieron y hasta llegaron a los golpes.
El informe del “desaguisado” llegó al secretario de Seguridad Pública del Estado (SSP), que de inmediato se reunió con su “colega”, encargado de la Seguridad Pública del Municipio (SSPTM), pero no llegaron a un acuerdo, cada quien se quedó con sus detenidos y cada quien hizo su propia conferencia, lo único que no ocurrió fueron los detalles de zafarrancho donde participaron ministeriales y estatales.
En el comunicado enviado por la SSP se detalla:
“En uno de los inmuebles custodiados por policías estatales ubicado en Camino viejo a la Resurrección número 4, se detectó que de una nodriza un grupo de individuos estaban bajando varios vehículos, lo que resultó sospechoso para los uniformados, quienes de inmediato alertaron a Plataforma Puebla para implementar el operativo Fuerza de Tarea en conjunto con policías municipales.”
Esta versión es distinta a la de la SSPTM, primero porque la llamada de alerta fue enviada al Centro de Respuesta Inmediata (CERI), por medio de una denuncia anónima y lo más importante: si en realidad los elementos que se encuentran “adscritos” a la vigilancia de este sector de verdad vigilaran, entonces no habrían ocurrido dos asaltos a unidades nodrizas en esa misma zona.
Otro detalle que salta a la vista es el nerviosismo y agresividad de personal de “Inteligencia” que llegó a mover vehículos, sin esperar la llegada del Ministerio Público, como para alterar cualquier prueba que pudiera identificarlos.
Y le digo más, si usted revisa detenidamente las fotos de los dos detenidos se dará cuenta que los presentados por la municipal no tienen un solo golpe y el presentado por los estatales está todo “hinchado”. ¿Por qué?

Con el hígado de piedras
Pero no se extrañe usted de “estas pequeñeces”, de por si el cuello de varios policías corruptos pende de un hilo.
La Fiscalía Anticorrupción termina de “retocar” expedientes contra uniformados acusados de robo, abuso de autoridad y otra serie de delitos en agravio de ciudadanos.
Estos hombres, que se encapuchan para meterse a una casa, levantar borrachitos, atracar o extorsionar a delincuentes, tienen sus horas contadas; muy pronto van a empezar a caer, desde los destacados en la ciudad de Puebla, los del estado y de otros municipios como Cholula y Atlixco, van a sentir el “peso de la justicia”. Alguien dijo: “a toda capillita le llega su fiestecita” y en la Procuraduría General de Justicia les están “prendiendo sus veladoras”.

“Gracias, señor procurador…”
Otra carta llegada a esta columna agradece al procurador Antonio Carrancá Bourget el pago de sus viáticos y de sus dos cheques de 600 pesos cada uno, que desde hace dos meses no les pagaban.
Está claro que aún no están a gusto con los salarios que perciben, ni con los bonos, porque estos no se equiparan al trabajo que realizan y comparados con otros estados son realmente “ridículos”, pero les sirvió para salir de sus deudas inmediatas.
Esto de los salarios a los elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME) se va a volver a convertir en “promesa de campaña”.
A estos mismos agentes les prometieron aumentos, abultados bonos y viáticos, además de más apoyo en equipo y en reconocimientos si le entraban al cambio, les dijeron que “lo bueno estaba por venir” y todos se lo creyeron.
Estamos en campañas políticas, no va a faltar quien les ofrezca estos mismos aumentos y prestaciones. No va a faltar quien se quiera poner uno de sus chalecos y decirles “vamos juntos”.
Ahora falta que también les crean.
Nos vemos cuando nos veamos.