Hay momentos como emprendedores que sentimos que no nos salen las cosas, y eso lo único que genera es una desmotivación, ya sea que estamos esperando resultados de la noche a la mañana o porque “creemos” que no están saliendo las cosas.
Muchas veces eso sucede porque no contamos con un verdadero plan de acción para alcanzar nuestros objetivos, o también porque nuestras metas no son congruentes con nuestros valores. Los valores los entendemos como aquello que nos hace alcanzar nuestras metas, por lo que al ocurrir esta incongruencia lo único que planteamos son metas que no nos motivan, por eso hoy quiero plantarte como emprendedor un tema muy importante: ¿Cómo plantear objetivos que nos motiven?
La definición de “objetivo” es: elemento programático que identifica la finalidad hacia la cual deben dirigirse los recursos y esfuerzos para dar cumplimiento a los propósitos.
Para la consecución de nuestros objetivos tanto personales como profesionales, es básico que estos objetivos estén bien trazados, sean claros y con un plan de acción definido; para esto hay que preguntarse:
¿A dónde quiero llegar?
¿Este objetivo me motiva?
¿Es de mi competencia o es acción de otra persona?
¿Cómo voy a llegar?
¿Es alcanzable?
Estas son algunas de las preguntas que como coach recomiendo para plantar nuestros objetivos. Recordemos que estos deben tener la característica de ser alcanzables, motivadores y con los que podamos medir nuestro avance.
Reflexionar sobre esto, e ir anotando todas las metas y objetivos que vengan a nuestra mente, uno debajo del otro, colocando un número al lado, acorde con la prioridad que demos a cada objetivo (corto, mediano y largo plazo), y una fecha de compromiso personal a cada uno de ellos evitará que se posterguen indefinidamente, dándonos un verdadero plan de acción.
A continuación ofrezco los pasos a seguir para elaborar un objetivo bien planeado.
Enúncielo siempre en positivo: Puesto que nuestro cerebro siempre funciona en positivo, si queremos alejarnos de algo tenemos que saber hacia donde queremos acercarnos.
La meta debe estar bajo tu control: Debes tomar parte activa, no depender de nadie más, porque si la gente no hace lo que esperas te quedarás atascado.
Especificación ajustada del objetivo: Tu objetivo debe ser claro, definido tan específicamente como te sea posible.
Ser del tamaño apropiado: El objetivo debe ser del tamaño apropiado, a veces conseguir algo se convierte en un problema simplemente porque está mal enunciado.
Objetivo motivador: Si el objetivo es muy pequeño, puede no resultarte motivador, por lo que debes preguntarte: ¿qué voy a conseguir con ello?
Recursos necesarios: A medida que vayas aclarando los puntos anteriores te darás cuenta de si el objetivo es el correcto y está a tu alcance. Si planteamos de esta manera nuestros objetivos podremos alcanzarlos de manera eficaz, obteniendo siempre un desarrollo profesional y real de lo que queremos.
Los invito a realizar estos planteamientos, así como empezar a plantar sus decisiones con base en un plan de acción que debe formularse conforme a las características que nos motiven. Debemos recordar que siempre nos tienen que acompañar nuestros valores, así como identificar las creencias que nos pueden impedir llegar a donde deseamos.