Un foco de insurrección —en el segundo año de la administración de Rafael Moreno Valle como gobernador de Puebla— se cierne en la región sur del estado, tras la presencia más que evidente de la delincuencia organizada, que incrementa su fortuna con delitos como el secuestro y el chantaje.
Ayer por segunda ocasión y en menos de un mes —los primeros fueron habitantes de Chietla—, vecinos de San Nicolás Tolentino y sus alrededores decidieron desconocer a los cuerpos de vigilancia de Puebla como sus principales encargados de garantizar seguridad, y se unieron para “cazar” a los sujetos que “levantaron” al estudiante de la segundaria Plan de Ayala, Ulises Herrera, de 13 años de edad, hijo del comisariado ejidal.
Los secuestradores actuaron cerca de las 13:00 horas del martes 8 de mayo. Luciendo armas de asalto se llevaron por la fuerza al menor, dejando una estela de indignación e impotencia, que en cuestión de minutos se diluyó dando paso a una inmediata organización para rescatar al menor y ajusticiar a los secuestradores.
El portal de noticias @lazafranoticas, de la región de Izúcar de Matamoros comenzó a transmitir vía Twitter que habitantes de al menos 50 ejidos habían iniciado la búsqueda, sin dar aviso a las autoridades policíacas porque seguramente les iban a estorbar en su afán de aplicar justicia.
Todos los caminos de San Nicolás Tolentino y sus alrededores fueron cerrados por vehículos particulares y “escudos humanos” de gente armada con pistolas, escopetas, machetes y todo lo necesario para hacer frente a una delincuencia organizada que no los deja vivir ni dormir tranquilos.
Fue esta misma movilización lo que llevó a los plagiarios a liberar al menor y a ocultarse antes de que fueran encontrados por la turba que, por lo menos en la zona sur del estado, ya se cansó de correr y están dispuestos a hacer frente, ante una Policía apacible, muchos con sus conciencias compradas, sólo así se puede explicar por qué este tipo de mafias se pasee con impunidad en comunidades donde la prosperidad se debe al trabajo de sus habitantes.

Ardelio exhibe negligencia policiaca
Una vez que se dio la noticia del secuestro del menor, las corporaciones policíacas iniciaron una movilización con todo y helicóptero en la zona sur, pero no lograron ubicar a los delincuentes. De no ser por la movilización de civiles el niño estaría en estos momentos en poder de los plagiarios, ante el inminente riesgo de que fuera privado de la vida o en el mejor de los casos, negociado a cambio de una fuerte suma de dinero.
Y le comentó que las fuerzas de Seguridad Pública se movilizaron de inmediato, no por su “rápida capacidad de respuesta”, sino porque don Ardelio Vargas Fosado, secretario de Seguridad Pública del Estado (SSP), está preocupado por recuperar las dos presidencias municipales de Izúcar de Matamoros a manos de un grupo de vecinos que ayer mismo corretearon a los elementos de la Policía Municipal, ante la exigencia de que su alcalde renuncie.
Ese fue el motivo de la presencia policíaca para buscar a los secuestradores, misma que dejó un mal sabor de boca porque se les fueron.

Cárteles de las drogas en Matamoros, Acatlán y Atlixco
No es la primera vez que el tema de la delincuencia organizada alerta e indigna a los habitantes del sur de Puebla.
En varias ocasiones han aparecido cuerpos sin vida de víctimas de secuestro y de chantaje, casos que se les ha etiquetado como “aislados”, pero que han dejado luto en muchas familias, además de quienes han entregado sus valores ante el temor de que alguno de sus familiares sea lastimado.
Consecuencia de tanta impunidad y de tanta displicencia policíaca es el porque los habitantes están decididos a hacer justicia por su propia mano.
Primero en Tlapanalá, luego el Chietla y ahora en San Nicolás Tolentino, los habitantes han enviado un mensaje a estas bandas: “si regresan, los vamos a matar”.

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