Una fuente del interior de la Secretaría de Finanzas reveló a este columnista que la ex Miss Universo Ximena Navarrete cobró una cantidad francamente exorbitante.
Tomando como base esta información, la representante de la belleza mexicana cobró la friolera de 9 millones de pesos por haber sido la imagen de los festejos del 5 de Mayo.
La cifra por sí misma es alarmante, pero más aún si consideramos que la jalisciense únicamente participó en la producción de dos spots televisivos, en un estudio fotográfico y en la conducción del programa especial del 5 de Mayo, donde leyó el guión a través del teleprompter.
Sin duda, los excesivos gastos que poco a poco vamos desmenuzando nos describen a la perfección la personalidad y el concepto de gobierno que tienen los morenovallistas.
Hay que decir que los números dados a conocer por el gobierno del estado se reducen al pago a la empresa Five Currents, la cual se encargó de la producción del evento que televisado la noche del sábado. Sin embargo, la cifra final rebasa por mucho estos números, los cuales fueron oportunamente detallados por los periodistas Jesús Manuel Hernández y Ricardo Morales.
En teoría todos estos gastos debieron hacerse bajo los lineamientos legales de la ley de adquisiciones, aunque no encuentro cómo podrían justificar —entre otros despilfarros— el pago de 9 millones para la guapa tapatía.
Resulta indignante que mientras el pasado lunes el gobernador entregó créditos a la palabra de 2 mil pesotes, Ximena Navarrete haya cobrado —ella sola— más que todas las mujeres “beneficiadas” por este programa. De acuerdo con la información oficial, el DIF entregó poco más de 3 millones de pesos repartidos entre 2 mil 847 mujeres, lo cual da un promedio de mil 50 pesos por cada poblana. Esta burla se agudiza si se confronta con el pago multimillonario a la guapa Ximena.
Sin duda, la belleza tiene sus beneficios.

Veremos de qué están hechos
“Con fecha nueve de mayo de dos mil doce, se publica en la lista de notificaciones el auto dictado dentro del expediente 235/SA-14/2011 y su acumulado 236/SA-15/2011, (…) se requiere al Sujeto Obligado para que en un término de tres días hábiles dé exacto cumplimiento a la resolución dictada dentro del presente expediente o, en su caso, manifieste las causas que motivaron su incumplimiento”, firmó el notificador Carlos R. Martínez Hernández.
De esta forma la CAIP le exigió al gobierno gobierno del estado rendir cuentas, ya que hasta el momento la forma de operar de las Unidades de Transparencia del morenovallismo deja mucho qué desear y desnuda la verdadera opacidad que existe en la actual administración, la que presume de ser muy transparente.
Tal como lo he escrito en columnas pasadas, es triste que las promesas de campaña del ahora gobernador, en cuanto a convertir a Puebla en un estado abierto y transparente, quedaron en la palabrería demagógica a la que estamos acostumbrados.
Por lo pronto tendremos que esperar tres días más para saber —entre otras cosas— cuánto costó el flamante helicóptero que transporta al gobernador Rafael Moreno Valle y a los secretarios consentidos del gabinete.
Empieza la cuenta regresiva.