El grupo #yosoy132BUAP se ha formado gracias a desencuentros de los colectivos de las distintas facultades de Universidad Autónoma de Puebla (UAP), quienes han empezado a reagruparse mediante asambleas incluyentes. Uno de sus líderes es David Ortega, estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAP y miembro del movimiento #yosoy132 en Puebla.
Se dice que hay infiltrados que pretenden desestabilizar el movimiento en la UAP, entre los que se encuentran integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la Liga Estudiantil Democrática (LED). Por eso, los estudiantes realizaron asambleas para la reintegración y la unificación del movimiento #yosoy132 en la UAP, en las que pidieron a las autoridades universitarias permitir a los alumnos elegir democráticamente a sus representantes.
Estudiantes de las facultades de Físico-Matemáticas, Derecho y Psicología decidieron reagruparse en un solo bloque para unificar propuestas y proyectos para continuar acciones activistas después de la elección.
En tanto, los estudiantes de la LED lanzaron un comunicado desesperado, asegurando que no son priistas, a la revista Proceso y a diversos medios de comunicación nacionales.
“(…) nos topamos con la nota de Proceso y sinembargo.mx donde se nos señala de priistas. Creemos que con todo lo anterior el señalamiento es claramente infundado.
”Lo que nos preocupa y por lo que realizamos esta aclaratoria tan larga es que en algunos medios están utilizando ambas notas para decir que somos vendidos, traidores y manipuladores del movimiento por ser del PRI.
”Consideramos que éste es el inicio de una campaña de satanización en los medios de comunicación, para abrir paso a la represión o para restarle fuerza al movimiento. Misma que ya hemos vivido en otras ocasiones cuando nos hemos movilizado como comunidad estudiantil.”
En posteriores entregas le diremos qué flamante director de una facultad ve al movimiento como un nicho de oportunidades.

Aguas turbias
Luego de las miles de quejas contra el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP) aquí les conseguimos mediante la Ley de Acceso a la Información (no hay de otro modo, ya que no existen entrevistas) algunos datitos que dan miedo.
Gracias a cobros a usuarios que llegan hasta 40 y 50 mil pesos, la empresa Cesfi Group SC, encargada de la cobranza, mediante la presión y “cacería de brujas” ha obtenido 28 millones 840 mil pesos.
Con dichas cobranzas la empresa ha ganado cerca de 9 millones de pesos por esta gestión por cobrar a más de 16 mil 800 usuarios y mil empresas morosas, ya que el usuario tiene que pagar hasta 30 por ciento más de su deuda por gastos de cobranza.
Esta situación ha provocado serias críticas de los usuarios, sobre todo de empresarios, que han llegado al Congreso estatal por los cobros excesivos y sin posibilidad de negociación. Lo anterior, según la respuesta a la solicitud de información 00144212 realizada por Intolerancia Diario, donde detalla que la empresa opera con más de 120 notificadores, quienes se encargan de “acosar” a los usuarios, según testimonios de ciudadanos. El proceso de adjudicación a la persona moral Cesfi Group SC, se derivó por la modalidad de invitación a cuando menos tres proveedores, en los términos de referencia y condiciones solicitados por el organismo.
Sin embargo, la firma Cesfi Group es originaria de Querétaro, justamente de donde proviene el actual director de la dependencia, Manuel Urquiza Estrada.
No sea malpensado, es pura casualidad.

El accidente
Este lunes una camioneta de Estrella Roja contratada para llevar a reporteros a la gira del gobernador Rafael Moreno Valle atropelló a una mujer en la carretera federal México-Puebla, a la altura de la desviación que lleva a la Universidad Politécnica de Puebla.
Lo malo de la situación fue la forma de actuar del personal de la oficina de Comunicación Social de gobierno, a quienes les importó poco la lesión de esta persona en la pierna izquierda. El personal, que sólo funge como copiloto, abandonó el lugar sin brindar ningún auxilio a la atropellada ni por un mínimo sentido de humanidad.
Aunque la empresa Estrella Roja estaba arreglando el problema mediante su aseguradora, los funcionarios estatales ni siquiera esperaron a verificar que fuera bien atendida, sólo los vecinos del lugar brindaron apoyo.
Qué gachos, ¿no?