Lo dicho, el gobernador no atraviesa políticamente por su mejor momento y mucho de su juego se comienza a descomponer ante escenarios que creía controlados.
La relación con El Yunque está prácticamente dinamitada, la organización está dispuesta a ir con todo para mantener el control de las siglas del PAN y para respaldar al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ante cualquier embate del que sea objeto. En medio de estas desavenencias ha quedado su secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, quien quiere quedar bien con los “Soldados de Dios”, pero que no puede respetar los acuerdos establecidos por estos encontronazos. Manzanilla busca congraciarse con la organización, para que le abran el paso para obtener la candidatura del PAN a la alcaldía.
Es el caso del tema de los límites territoriales, en el cual Manzanilla con el fin de poder congraciarse con El Yunque ha sostenido una serie de encuentros con el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, con el fin de apoyar a Puebla en la disputa territorial que la capital tiene con su vecino de San Andrés Cholula. El funcionario estatal había casi convencido al alcalde capitalino de poder llegar a un buen acuerdo con San Andrés Cholula, en donde se repartiera en forma equitativa el territorio en disputa y se fijarán nuevos limites territoriales, quedando la jugosa zona de Angelópolis en manos de Puebla.
Pero el gobernador Moreno Valle enterado del asunto, le pidió al presidente municipal de San Andrés Cholula, Miguel Ángel Huepa, que se levantara de la mesa del diálogo y que ignorara el acuerdo que habían cocinado Manzanilla y Rivera.
Está por demás decir que esta decisión dejó muy mal parado a Manzanilla con la organización, con la cual buscaba congraciarse en medio de su lucha por hacerse de la candidatura a la presidencia municipal de Puebla.
Con apoyos como ése, para qué quiere el secretario general de Gobierno enemigos. Ni hablar, ahora a tratar de construir de nueva cuenta acuerdos, a la espera de que el gobernador no los vuelva a dinamitar.
Tiro de gracia
El jefe nacional del Yunque y aún gobernador con licencia de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, le vino a dar un tremendo revés al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien —como lo dije en la columna de ayer— no las trae todas consigo.
Oliva vino a adelantar que Juan Carlos Mondragón Quintana se mantendrá al frente del CDE del PAN en Puebla, al igual que otros dirigentes estatales en diferentes entidades en donde habrá elecciones locales. La permanencia de Mondragón —cuya dirigencia será prorrogada por el CEN— es un duro, pero de verdad duro revés para el gobernador y es que además El Yunque le envía un claro mensaje al gobernador, en el sentido de que no soltarán por nada del mundo el control del partido. Más claro, ni el agua.
Doger anda en campaña
Cuentan que el pasado jueves 23 de este mes Francisco Romero Serrano hizo gala de sus buenos oficios políticos y reunió —junto con Tony Bassil Alam— a un buen número de masones, para dialogar con el diputado Enrique Doger Guerrero.
La cita fue a las 20:00 horas en el restaurante El Mural, al cual llegó muy puntual Doger Guerrero; los masones le plantearon, entre otros aspectos, la importancia que tiene el trabajo que deben hacer en los legisladores para discutir y defender el artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Doger les dijo que planteará y luchará por hacer las acciones necesarias para que la educación sea lo más adecuado posible a la realidad que vive México y a los requerimientos de la población.
Otro de los temas que tocaron en la reunión fue el impulso a la reforma fiscal. En este aspecto, Doger pidió el apoyo del trabajo profesional de Francisco Romero Serrano, considerando que la política fiscal mexicana es obsoleta y desigual y de seguir así seguirá presentándose la pobreza extrema.
Doger está en plena campaña por la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Puebla, ni duda cabe.