El martes pasado en esta columna presenté los argumentos jurídicos que demostraban la inconstitucionalidad de la ley electoral aprobada, “sobre las rodillas”, por la mayoría de los diputados locales la mañana del lunes.
En esa entrega expliqué que una acción de inconstitucionalidad provocaría un revés político para el gobernador Moreno Valle, quien —por un capricho— ordenó a los legisladores aprobar una ley, con el único propósito de que el líder estatal del PAN, Juan Carlos Mondragón, fuera apartado del cargo para así manipular las candidaturas del 2013 a su entero antojo. No se necesitaba ser un profundo analista jurídico para determinar que la SCJN decretaría la inconstitucionalidad del berrinche morenovallista.
Fue la mañana del martes cuando el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Gustavo Madero, anunció en su cuenta de Twitter que impugnarían la ley morenovallista a través de una Acción de Inconstitucionalidad. Sin duda, la postura blanquiazul era una prueba fehaciente del rompimiento entre la dirigencia nacional del PAN y el gobierno de Rafael Moreno Valle quien prefirió confrontarse con su partido antes que aceptar la determinación de la cúpula panista, respecto a la permanencia de Juan Carlos Mondragón como presidente de Acción Nacional en Puebla.
Era tan evidente el sentido de la resolución de la Corte respecto a esta ley que el día de ayer, desde la casona de Los Fuertes, se ordenó a los serviles diputados que cambiaran el sentido de la ley haciendo los ajustes necesarios para evitar un nuevo ridículo. Sin falsa modestia, debo decir que en esta misma columna adelanté el revés que sufriría Moreno Valle, lo cual motivó que ordenara la retirada.
Lo verdaderamente grave es la forma en la que el gobernador utiliza a los diputados para cumplir sus caprichos políticos, incluso ridiculizándolos. La política que hoy se practica en Puebla es digna de un país bananero, en el que todos se arrodillan ante la presencia del Mesías.
Una versión moderna de la cinta de Alfonso Arau, inspirada en las geniales historietas de Rius: Calzonzin Inspector.
De pena ajena.

Celebrando en El Candelabro
La mañana del miércoles el gobernador Moreno Valle viajó con un grupo de colaboradores a la ciudad de México para anunciar en Los Pinos, junto con el presidente Calderón, la llegada de la planta armadora de Audi a Puebla.
A las ocho de la noche, en Casa Puebla el propio gobernador ofreció un brindis a los altos ejecutivos del consorcio Volkswagen para celebrar el arribo a nuestro estado de la marca de lujo de la automotriz alemana. La reunión se prolongó hasta las dos de la mañana, hasta que el gobernador se despidió de sus invitados para dar por terminado el encuentro.
Sin embargo, para Pablo Rodríguez Regordosa la fiesta no fue suficiente y decidió seguir la celebración, como si él fuera el verdadero artífice de la llegada de Audi a Puebla.
Había tanto que festejar, que a las dos y media de la mañana llegó a El Candelabro de la avenida Teziutlán, en La Paz, para festinar sus “logros”. Al llegar al lugar se instaló en la barra del bar para seguir presumiendo que gracias a él viene Audi a Puebla. Y no dejó pasar la oportunidad para también hablar de lo que hará con Puebla cuando se convierta en el alcalde de esta capital.
Pasadas las horas y las copas abandonó el lugar a las tres y media de la mañana; por cierto, fuera del horario permitido por la ley municipal. Seguramente, la celebración siguió en su mente soñando con el día en que se convierta en el alcalde de nuestra ciudad.
Soñar no cuesta nada y con copas, menos.