El pasado 21 de marzo en esta columna revelé una historia de terror que demuestra la impunidad que impera en Puebla, ya que un expresidente municipal goza de total libertad pese a tener una orden de aprehensión por el delito de violación.
Seis meses después sigue libre, sin importar que en Intolerancia revelamos donde vive el supuesto prófugo de la justicia.
Recordemos parte de la historia:

Contracara 21 de marzo de 2012
Una historia de impunidad y de terror

El día de ayer recibí la llamada de una fiel lectora, quien me pidió una cita para relatarme una escalofriante historia, que nos demuestra que pese al eslogan morenovallista que dice “nadie por encima de la ley”, la realidad es que a esa frase le faltaría un fragmento que dijera “siempre y cuando no sea amigo del gobernador”.
Resulta que así como en este gobierno de “nueva generación” existen casos probados que demuestran que las investigaciones se realizan a toda velocidad, que se emiten órdenes de aprehensión de un día para otro y que éstas se cumplen el mismo día, también existen otros casos en los cuales la impunidad reina por encima de cualquier autoridad judicial.
Por la cercanía que tiene con una de las víctimas prefiero omitir su nombre, pero esta persona me entregó un expediente que concluye en una orden de aprehensión en contra del expresidente municipal de Petlalcingo, de nombre Juan Carlos Vergara Tapia.
Resulta que este personaje, en ejercicio del cargo de presidente municipal, violó a dos jovencitas junto con tres de sus policías.
En sus respectivas denuncias, estas mujeres relatan que acudieron a la presidencia municipal de Petlalcingo como personal de la Sedesol, para poder iniciar con el programa de Piso Digno en esa población.
Ante la petición, en estado de ebriedad las hizo pasar y las encerró para abusar de ellas con el apoyo y participación de tres de sus policías.
Tras todas las evidencias, la Procuraduría General de Justicia —a través de su MP— ejercitó la acción penal, de la cual se derivó la orden de aprehensión obsequiada por el juez de distrito Felipe de Jesús Ventura Hernández.
Hasta ahí todo marchaba perfectamente. Sin embargo, a un año de haberse librado la orden de aprehensión ésta no ha sido cumplida, pese a que en la región todos saben que Juan Carlos Vergara se pasea libremente en el municipio de Ilamalcingo, sin que la Policía Ministerial se atreva a obedecer el mandamiento judicial.
Por cierto, Juan Carlos Vergara es hermano de la actual presidenta municipal de Petlalcingo, quien presumiblemente ha encubierto a este sujeto.
De ahí que llame la atención el nulo interés que han mostrado tanto la Procuraduría de Justicia, como las instancias del Poder Judicial para acelerar sus acciones en casos políticos determinados, mientras que en asuntos de extrema gravedad prefieran que las órdenes de los jueces vivan el sueño de los justos.


Por increíble que parezca, han pasado los meses sin que se cumpla la orden de aprehensión. Sin embargo, el día de ayer recibí información que explica toda esta impunidad.
Resulta que el diputado Enrique Nácer es quien ha defendido a capa y espada al expresidente violador.
Gracias a las influencias del levantadedos morenovallista es que no se ha logrado la detención de este sujeto, quien se sigue burlando de la justicia.
Lamentablemente, el entreguismo de Nacer para aprobar todas las iniciativas morenovallistas —incluidas las inconstitucionales— en el Congreso del estado, le dan la fuerza para encubrir a delincuentes como éste.
Y todavía presumen que “en Puebla, nadie por encima de la ley”.