Era cuestión de tiempo para que los excesos del morenovallismo atrajeran a uno de los mejores reporteros de México, quien realizó un amplio reportaje denominado: “Puebla, dos años de megalomanía”.
Así tituló el periodista Álvaro Delgado un elocuente y contundente recuento publicado en Proceso de lo que ha sido la tercera parte de un sexenio marcado por el espíritu dictatorial del Señor de los Cerros.
Si bien es cierto que en la capital del país diversos medios impresos como Reforma, La Razón, Excelsior y la propia Jornada habían dedicado espacios para documentar diversas irregularidades, la realidad es que el reportaje de Álvaro Delgado es un fiel reflejo de lo que algunos medios poblanos hemos descrito de manera consistente.
En el cuerpo del reportaje se incluyen calificativos para el gobernador poblano como éstos: “Autócrata, megalómano, autoritario y terrorista”. El espionaje que realiza el gobernador a los considerados enemigos del morenovallismo, además de un Poder Legislativo en favor de sus intereses políticos y personales, y el sabotaje a los medios de comunicación críticos son algunos de los temas que aborda el reportaje de Proceso.
Apoyado en una serie de entrevistas a personajes clave, el reportero describe una parte sustancial de lo que se vive en Puebla.
Sin duda, desde el punto de vista estrictamente periodístico, el título del reportaje lo dice todo: “Puebla, dos años de megalomanía”.
Ni más, ni menos.
Ardelio, al filo de la navaja
A nadie le sorprenden los actos represores de la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Ardelio Vargas; sin embargo, el violento desalojo de manifestantes del #yosoy132 del zócalo de Puebla la madrugada del 15 de septiembre pudo haber terminado en una tragedia.
La falta de capacidad negociadora del gobierno y la mentalidad autoritaria de Vargas Fosado tiene sentado al jefe del Ejecutivo en un barril de pólvora que puede estallar en el momento menos pensado.
Lo sucedido en la víspera del Grito es una nueva voz de alerta.
No es posible que en pleno 2012 se presenten actos de represión como los de los años 60 y 70.
¿Con qué sustento jurídico detuvieron a estos jóvenes?
Puedo no estar de acuerdo en el movimiento #yosoy132, pero eso no me impide defender sus derechos como ciudadanos.
Espero equivocarme, pero con Ardelio al frente de la “Seguridad” Pública no tarda en suceder una tragedia.
Y si no, al tiempo.
Puebla es tema nacional

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