El lunes pasado califiqué a la administración morenovallista como carente de calidad humana, debido a la falta de interés para apoyar a la Asociación Cultural Recreativa y Educativa para Sordomudos AC (ACRES), la que por falta de apoyo gubernamental se vio obligada a cerrar sus puertas, por increíble que parezca. El cierre de esta casa de asistencia a personas con problemas auditivos dependía de un apoyo de 7 mil pesos, sin que ninguna institución se ofreciera a salir en su rescate.
En mi entrega del lunes hice referencia a diversos gastos multimillonarios de parte de la administración morenovallista, lo cual hacía inexplicable que no pudieran destinar 84 mil pesos mensuales a tan noble causa.
Como respuesta a esa columna recibí dos posturas diametralmente opuestas. Por un lado, desde la noche del lunes llegó a la redacción de Intolerancia una carta aclaratoria firmada por Sergio Ramírez Robles en su calidad de director de Comunicación Social del gobierno del estado, quien aprovechó la oportunidad para dar rienda suelta a sus rencores y resentimientos contra este columnista olvidando el punto de medular de la nota, la cual era la inminente desaparición de la única casa de asistencia a sordomudos de nuestro estado.
Un recuento de los supuestos logros del morenovallismo le sirvieron para “justificar” el nulo apoyo del gobierno del estado a la Asociación Cultural, Recreativa y Educativa para Sordomudos AC, cuyo único pecado fue el de ofrecer un servicio a quienes padecen de esta carencia auditiva. Así fue como Ramírez Robles reaccionó a este tema periodístico, sin darse cuenta que lo único que se buscaba era resolver la precaria situación de esta asociación.
En contraposición, ese mismo día el secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla, sin hacer ningún aspaviento mediático buscó un acercamiento con los directivos de la casa de asistencia para analizar las circunstancias en las que operaba ACRES, y encontrar la fórmula para que las personas —niños en su mayoría— que requieren de sus servicios puedan volver a recibirlos.
Debo reconocer que el jefe del gabinete morenovallista no buscó los reflectores, sino, por el contrario, buscó la forma de entrar en contacto con estas personas para buscar posibles soluciones. Sin duda, las reacciones de estos dos funcionarios describen a la perfección lo que cada uno lleva dentro.
En cuanto al tema de la calidad humana debo corregir y reconocer que hasta entre los morenovallistas existen diferencias y excepciones.
Hoy, lo importante es que la Asociación de Sordomudos tiene serias posibilidades de mantenerse en operaciones gracias a la sensibilidad de un político.

La médium Zapata
Ayer que se cumplieron 59 años del derecho al voto a la mujer, por parte del PRI se hicieron presentes varias militantes, pero destaca el caso de la secretaria general del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en Puebla, Laura Zapata quien dirigió un mensaje en el cual incurrió en errores como decir que Bertha Yeverino Muñoz, cuarta poblana en llegar al Congreso del estado, fue pionera de la radio a nivel estado en el año “1691”, pero después rectificó y dijo “1661”, o sea que los poblanos debemos de sentirnos orgullosos, pues en la época colonial una poblana se dedicaba a la radiodifusión.
Pero las pifias no quedaron ahí, pues para concluir dijo “un homenaje a Berta Yeverino, 1993-2011”, o sea que la priista apenas tenía 18 años; la realidad es que la exdiputada por Tehuacán nació en el año de 1923.
De todas, la priista no dio una.