¡Ni hablar mujer!, ¡Traes puñal! o “mujer de armas tomar”, son algunos dichos mexicanos que encajan perfectamente en la personalidad de la maestra Elba Esther Gordillo. Ave de tempestades, fémina aguerrida, líder vitalicia, sindicalista de toda su vida; política polémica, pragmática, dura, dialoguista, perversa, maquiavélica y profesional, son sólo algunas de sus “poquitas” características y “valores” que la mantienen como una de las poquísimas mujeres que tienen demasiada influencia y poder político en nuestro país.
De mi “querida maestra” podrán seguir diciendo absolutamente todo, podrán seguir escribiendo muchos libros sobre su biografía personal, política y sobre sus refinados gustos por los placeres de la vida, pero ella, muy segura del sacrificio magisterial, por seguir educando a las niñas y los niños mexicanos, no le importa nada de eso, seguirá su gran misión en la tierra y para eso ha modificado los propios estatutos del SNTE, para eternizarse como la guía moral e imprescindible entre los maestros.
Vitoreada por miles de sus seguidores, que ahogados por el calor, gritaron enloquecidos, para blindarla y protegerla por sus talibanes seccionales de todo el país. Así en un rictus, le pidieron que los siguiera representando por siempre y hasta la eternidad.
Además goza del manto protector del poder público y sabedora que las dos principales elites partidarias (PRI, PAN) se disputan su apoyo, la querida profesora, disfruta como nadie ese poder.
Aunque muchos la odien y no la quieran, vive el mejor momento de su vida, su karma le es positivo a estas alturas de su edad biológica, como mujer otoñal quiere aprovechar todas las buenas vibras que le atrae su “amor por la patria”, por eso con todas sus energías a gritado ante los miles de delegados de su VI Congreso Extraordinario, en aquellas tierras calurosas de Cancún, “que no es sirvienta de nadie”.
Quien lo diría, la maestra Gordillo, ha visto florecer los sexenios priistas, ha formado parte de ellos, combatió a Carlos Salinas de Gortari, se puso seria con Ernesto Zedillo, se peleó con Roberto Madrazo, la expulsaron del partidazo, se volvió demócrata con el grupo San Ángel, creo su partido político (Panal); después se transformó y se volvió aliada de Vicente Fox Quesada, negoció con el PAN, se los llevó al baile, más adelante siguió jugando con los panistas y le dio votos a la candidatura de Felipe Calderón Hinojosa.
Cuando empezó a sentir el golpeteo y las presiones de los grupos duros del panismo en contra de los privilegios que tenía como sindicato y por su influencia en la SEP, de inmediato cambió de estrategia y empezó a mirar hacía el excandidato presidencial del PRI. Muy pronto se aburrió de los torpes panistas, no se sentía en hábitat natural y diferenció sus votos para entregarse a Enrique Peña Nieto.
Así ha logrado mantenerse, de esta forma conserva un poder intacto en el gremio magisterial más grande de América Latina, con una millonada de cuotas sindicales que nadie conoce su destino final. La querida maestra si que hace real politik, de eso nadie deberá dudar, bajo esta táctica mantiene un poder absoluto y se convierten un poderoso grupo de presión.
Nada de nada, nadie ha podido derrotarla políticamente, los gobiernos no quieren una bronca gratuita con el magisterio en sus entidades, los candidatos del PRI y PAN le compran sus votos, muchos de sus opositores internos son cooptados, la famosa coordinadora magisterial no le hace ni cosquillas. Los presidentes la buscan, le temen y pactan con ella el destino y futuro de la educación en México.
La derecha empresarial, como aquella organización de “mexicanos primero y el mismo monopolio de Televisa ha hecho películas para arrinconarla ante la sociedad mexicana, con un objetivo, ambos grupos no me queda la menor duda, buscan intervenir y privatizar la educación pública en el país.
Me perdonan, pero “La ticher” Gordillo tiene toda la razón en enfrentar a estos grupos empresariales disfrazados de organizaciones sociales.
Bueno y ¿qué querían? Que de la noche a la mañana, la maestra Elba Esther Gordillo, dejaría por muy demócrata y patriota su gran imperio que tanto le ha costado construir a la sombra de estos gobiernos, pues no. Acaso no ven, como la proclaman sus vasallos, es una “reina” entre las filas magisteriales.
Mi querida maestra, por supuesto que se quedará seis años más al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Para burlar el estatuto que prohíbe que una persona ocupe el mismo cargo, desaparecieron la presidencia y crearon un consejo supremo general. Además, aumentará la duración del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de cuatro a seis años, y desaparecerá los órganos colegiados. 
¡Claro! La democracia sindical en México es única, cualquier dirigente dura toda la vida “dirigiéndolos”, que nadie se espante con estos seis años, habrá logrado como nadie estar al frente de los paladines de la educación 29 años.
La lideresa magisterial obtuvo 3 mil 205 votos a favor y sólo 22 sufragios nulos, sólo hubo una planilla y eufórica, con las manos al rostro, actuando como una de las mejores y casi llorando, Gordillo lanzo al cielo su mensaje: el SNTE es la organización democrática con un poderío fuerte y el más importante de América Latina. 
La operación fue finita, finita, nadie protestó, nadie hizo muecas, nadie hizo grilla, el territorio elbista demostró la operación con los delegados y los premios fueron: computadoras portátiles, días para embriagarse de felicidad en hoteles diez estrellas, faltaba más y un gran centro de formación e innovación tecnológica para los maestros en Cuautlitan, Estado de México.
¡La lucha sigue y sigue! y la maestra ¡vive y vive!, ahora con su nueva responsabilidad histórica al frente del SNTE, se prepara para negociar con el presidente electo, Enrique Peña Nieto, aquel que anda por Europa. Con la fuerza moral y con las pilas cargadas por tanta emoción que le prodigaron los trabajadores proletarios del pizarrón y el gis, llegará a la mesa de negociaciones con el gabinete de transición a exigir más espacios públicos, inmunidad e impunidad para su gremio y más poder.
Que más da, en México la educación pública es uno de los mejores referentes históricos que tenemos, es la bandera de la gratuidad, de la laicidad y sólo es un bonito testimonio público. El Estado mexicano dejó de lado su responsabilidad sobre ella, los gobiernos priistas y panistas de manera brutal la abandonaron en manos de un sindicato.
Hoy en pleno siglo XXI, los niveles de calidad y evaluación son trágicos y lamentables en todos los grados escolares, estamos pagando las consecuencias de haber politizado el sector educativo, nunca los gobiernos debieron haber empeñado la educación al SNTE a cambio de una presunta gobernabilidad.
Peña Nieto y el gobierno priista deberán decirnos públicamente que va a suceder con la educación pública en el país, sobre todo por la responsabilidad que tienen sobre millones de niños y jóvenes del país, un futuro generacional con el que no pueden seguir jugando más. 
El México moderno y las reformas que anduvieron propalando en el extranjero no pasa por seguirle entregando la educación a un sindicato, eso en ninguna parte se ha visto. Este bien público, es el único pilar fundamental para la formación de nuestros hijos y para el desarrollo del país.
Los sindicatos son respetables, tienen sus derechos y obligaciones y deben seguir sirviendo para defender los derechos de sus agremiados.