Lo dicho. La filtración periodística que reveló la existencia de una serie de demandas en contra de 19 periodistas, por parte del gobernador, trajo consecuencias muy graves contra la imagen de Rafael Moreno Valle.
El recuento de los daños resultó de consecuencias mayores, sobre todo porque rebasó la aldea poblana, para alcanzar espacios nacionales e internacionales. Para quienes conocemos los procedimientos del vocero gubernamental, no nos queda la menor duda de la autoría de la lista publicada por Arturo Rueda en el periódico Cambio. La famosa lista, que circuló durante todo el martes por diversos espacios electrónicos, nunca fue desmentida por el vocero, hasta que —tras el escándalo mediático— se vio obligado a publicar en su cuenta de Twitter que la lista no existía, por lo que sólo serían dos los periodistas demandados.
En su jugueteo mediático, el vocero olvidó que la figura a cuidar no es la de él, sino la de su jefe, el gobernador, a quien terminó generándole graves descalificaciones por parte de un número importante de periodistas. Y aunque ayer vino la negación de la lista, ésta llegó cuando el daño estaba hecho, lo cual, les guste o no, es un hecho irreversible. Tras la tormenta, el gobernador se vio obligado a desmentir la existencia de la lista, cuando ése debió ser trabajo de su propio vocero.
Suponiendo —sin conceder— que la lista de los 19 sólo haya existido en la imaginación de Arturo Rueda, la pregunta es: ¿por qué no lo aclaró el vocero desde la mañana del martes? Si el vocero se percató que diversos medios daban crédito a la nota que revelaba la persecución contra 19 periodistas, ¿qué le impedía negar la existencia de la misma?
Al respecto, apegado a la técnica periodística, la agencia Apro a través del portal de Proceso, publicó una entrevista concedida por Sergio Ramírez Robles, quien reconoció la existencia de más demandados.
Para dar contexto a esta afirmación, me permito transcribir un fragmento de la nota firmada por el reportero Álvaro Delgado de Proceso, titulada: “Gobernador de Puebla presenta dos de 19 demandas contra periodistas”.
“La ‘primera tanda’ de demandas contra periodistas incluyó a Fabián Gómez, del portal Contraparte Informativa, y Adrián Ruiz, del diario El Heraldo de Puebla; se turnaron a los juzgados Primero y Cuarto de lo Civil, encabezados por los jueces María de los Ángeles Camacho Machorro y Armando Pérez Acevedo.
”En las siguientes horas se presentarán más denuncias por daño moral contra periodistas, cuyo número definitivo no se ha definido, confirmó a la agencia Apro el vocero del gobierno de Puebla, Sergio Ramírez Robles, quien no quiso identificar a quienes enfrentarán la acción legal.”
¿Entonces? ¿Eran o no más de dos las demandas? Si la nota fue publicada la tarde del martes, ¿por qué el vocero nunca desmintió estas declaraciones? Si su política es la de aclarar todas las supuestas mentiras, ¿por qué no mandó una carta a Proceso?
Evidentemente, en su afán de “espantar” a los periodistas incluidos en la carta, olvidó que su deber es cuidar la imagen del gobierno del estado y, por lo tanto, la del ejecutivo.
Al final de la historia, no espantó a los periodistas, pero sí le armó tremendo escándalo a su jefe. Tras el desaguisado, el gobernador no tuvo más remedio que salir a desmentir la lista “macabra” de su vocero.
Bien dicen que “cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde”.
La lista macabra del vocero

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