A ver, vayámonos paso a paso, para poder darle cuerpo y calor a eso de las elecciones intermedias que se llevaran a cabo en julio del 2013 en nuestro estado, bueno también para poder interpretar su importancia política en el ámbito local. Empezaremos hablando de algunos de los contextos nacionales como dirían los politólogos: la principal prueba de fuego y crucial para el propio PRI y su gobierno fue aprobada, la toma de posesión del nuevo presidente en turno, Enrique Peña Nieto, se dio sin contratiempo alguno y desde el pasado 1 de diciembre el país estrenó jefe del Ejecutivo federal; la discusión y negociación con los gobernadores y legisladores federales, sobre las partidas y obras del presupuesto de egresos 2013, está avanzada, Luis Videgaray, el secretario de Hacienda ha pactado bien y sólo esperan su aprobación para finales de este mes.
Un tema sin lugar a dudas importante por todos sus significados políticos y nacionales, fue también la firma del llamado “Pacto por México”, entre Peña Nieto y los dirigentes nacionales de las tres principales fuerzas partidarias: PRI, PRD y PAN. Un evento significativo para la presidencia en sus primeros días de gobierno, mismo que le da legitimidad, autoridad y es un aliciente para todos los sectores sociales.
Ahora bien, el Revolucionario Institucional, muy pronto tendrá una nueva dirigencia nacional acorde a los tiempos y momentos que vive. El PAN sin la carga del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, sin un grupo que lo siga a su interior se mantiene en precaria estabilidad interna y el PRD a partir del 14 de este mes tendrá su Congreso Nacional en la ciudad de México, un evento que sacará chispas, puesto que discutirán su programa de acción, modificarán sus estatutos y normarán su línea política-electoral.
Sobre este último instituto partidario, las cosas se pondrán al rojo vivo, puesto que sus tres principales corrientes (“Chuchos”, “Bejaranos” y ADN) se enfrentarán para decidir el rumbo que tomará esta izquierda partidaria. El número de delegados de cada una de sus fuerzas será importante y fundamental a la hora de las definiciones.
Pasado lo anterior, los tres partidos políticos, tendrán que tomar con puntual serenidad sus decisiones más correctas, para abordar los 14 procesos electorales que tendrán que enfrentar en esas entidades. Los primeros que serán vistos de cerca por el actual secretario de Gobernación, sólo un datito, con la firma del pacto nacional, será obvio que el presidente en turno no le apostará a las confrontaciones y rompimientos sin sentido con las fuerzas partidarias, dejará que sean los partidos quienes compitan en las mejores condiciones legales.
Desconozco como estén mirando las cosas en otras partes, pero en Puebla, el PAN local estrenara muy pronto dirigente estatal, será el legislador federal, Rafael Micalco. El PRI tiene nuevo líder, Pablo Fernández del Campo. Los perredistas sin faltar a su naturaleza, siguen peleándose la dirigencia de un aparato partidario muy débil y desprestigiado. Los demás partiditos siguen igual.
Salvo una nota al calce, el Partido Revolucionario Institucional, hoy es gobierno y los panistas se han convertido en oposición y son la tercera fuerza nacional.
La disputa electoral en Puebla para el 2013, tendrá en consecuencia otros ingredientes interesantes.
La disputa será interesante, puesto que están en juego 217 municipios, 27 distritos electorales, las principales cabeceras y la joya principal es la propia capital poblana, sin dejar de mencionar que serán periodos de cuatro años y medio.
Aunque no falta tanto tiempo y también las convocatorias de cada uno de los institutos partidarios, pero si la pregunta fuera: ¿quién ganaría las elecciones en la ciudad? Respondería de inmediato que Enrique Agüera Ibáñez. Por varias razones, entre ellas, diría que es un potencial candidato ciudadano que si fuese postulado por cualquier partido, triunfaría en las elecciones locales.
La izquierda no tiene ningún candidato fuerte y con presencia local, por eso optará por ir en coalición con otros partidos; el PAN tiene aspirantes pero no candidatos que ganen una elección y el PRI tendría que optar en un perfil que no sólo compita sino que les garantice el éxito y la recuperación de la ciudad.
El actual rector, independientemente de la decisión que tome, es un actor social que goza de una presencia ante los ciudadanos ganada a pulso, en las encuestas dadas a conocer sus índices de aceptación son amplios y sus puntos positivos son muy altos.
Hasta donde se puede percibir entre la población, su fuerza entre los diversos sectores sociales es reconocida, sobretodo porque no confronta y sí concilia con todos.
Un factor que ha logrado que trascienda ha sido su labor en la propia universidad pública que dirige, se ha ganado el aprecio y la confianza de miles de familias que tienen estudiando a sus hijos en aquella institución universitaria.
Si algo exigen los ciudadanos, es que sus gobernantes los escuchen, les resuelvan sus demandas, gobiernen bien y hagan posible otra ciudad más digna y justa.
El trabajo que ha hecho en la universidad y la congruencia de sus actos son una prueba importante para presentarse ante los electores. Además hasta donde se conoce con todas las fuerzas políticas ha logrado consensos en beneficio de la universidad.
Bueno, tampoco es nuevo que en las mediciones salga mencionado como uno de los aspirantes mejor posicionados, para competir en los próximos comicios de julio.
Por ejemplo, en la columna “Garganta Profunda” del periodista Arturo Luna, que este lunes publica el portal de noticias Puebla on line, es interesante leer los escenarios que plantea sobre los posibles candidatos a la presidencia municipal de está ciudad. “(…) consistió en explorar seis posibles escenarios de competencia teniendo como hipotéticos candidatos a Fernando Manzanilla Prieto o Antonio Gali Fayad o Pablo Rodríguez Regordosa, Franco Rodríguez Álvarez o Ana Teresa Aranda o Jorge Aguilar Chedraui, por parte del PAN, y enfrentarlos a Enrique Agüera Ibáñez, por el PRI, y Antonio Gali López, por el PRD (…) el rector de la UAP derrota a todos los posibles abanderados de Acción Nacional, por una diferencia de entre cuatro y ocho puntos, excepto al secretario general de Gobierno, el único con quien empata con 36 por ciento en la intención de voto”.
Hablando de escenarios, es obvio que nuestra ciudad requiere de otros proyectos de gobierno, que la puedan situar como una de las mejores y principales capitales del país, que sea viable para vivir, que tenga futuro y que haga posible la participación de los ciudadanos para poder resolver sus grandes problemas que enfrenta. Para eso se requiere no sólo de un candidato o un político, se necesita de un buen ciudadano que triunfe, la gobierne bien, la haga exitosa, con futuro y tenga como carta de presentación sus hechos.
¿Quién ganaría la ciudad?
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