Desde la semana pasada el secretario de Infraestructura, Antonio Gali Fayad y el secretario de Salud, Jorge Aguilar Chedraui, se han dejado ver juntos, muy juntos, en diversos eventos, incluso acompañados por sus respectivas familias.
Dicen los que saben que es para dejar constancia no sólo de la buena amistad que existe entre ambos, sino para enviar un mensaje a quien lo quiera entender es que sólo entre ellos saldrá el próximo candidato del grupo morenovallista para disputar la alcaldía. Esta serie de mensajes comenzó el día de la comida de cumpleaños del secretario de Infraestructura donde uno de los invitados especiales y en la mesa principal fue precisamente Aguilar Chedraui.
La dupla se ha dejado ver posteriormente en otros eventos, para dar muestras de que a pesar de que disputan la postulación no habrá ruptura entre ambos, pero también reiteró, para dejar constancia de que no hay más de que dos sopas: o Gali o Aguilar Chedraui.
El posicionamiento de ambos es bueno, aunque también hay que decir que ninguno de los dos se ha podido despegar del otro aspirante, el secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, quien sigue haciendo su lucha en forma callada pero constante. Manzanilla no ha bajado su actividad y no hay foro en el que no aparezca, además de que mantiene su excelente relación con el grupo ultra conservador dentro del panismo poblano, el cual lo tiene en un buen concepto, como un hombre con el cual se puede llegar a acuerdos y los respeta.
Así las cosas, el frío diciembre cerrará calientito entre el grupo compacto del gobernador, que por un lado cierra filas en torno al dúo Aguilar-Gali, pero que no deja de observar cómo el secretario de Gobierno se mantiene en la lucha a la espera de que la coyuntura y el encontronazo con El Yunque pudiera abrirle la puerta a su probable postulación.

Que no hay ruptura
Algunas voces muy bien enteradas cuentan que no hay ruptura entre la maestra Elba Esther Gordillo y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Cuentan que la famosa reforma constitucional para que el Estado recupere la rectoría de la educación en México, la cual había sido arrebata por el SNTE, el sindicato de la maestra Elba Esther, es sólo una pantomima, una genial y mediática puesta en escena ideada en los más altos círculos de la política. Dicen que fingir una ruptura y simular que se hace a un lado a la maestra es parte de los acuerdos que existen ente el presidente de México y su incómoda amiga, para legitimar la llegada del presidente Peña a Los Pinos.
Los bien enterados también señalan que es increíble que no exista un censo sobre escuelas y maestros en el país, cuando en muchas entidades basta con tan sólo un click a la computadora para de inmediato saber todo acerca del sistema educativo.
Es más, los que defienden la tesis de la puesta en escena aseguran que todas y cada una de las demandas recogidas dentro de la famosa reforma al artículo 3 de la Constitución son añejas del SNTE y tienen como claro fin desarticular a la siempre molesta rival la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la cual siempre se ha opuesto a los exámenes de oposición, a la capacitación y a los escalafones. Aseguran que dentro de todo este teatro también juega un papel importante Claudio X. González y su fundación Mexicanos Primero, quien supuestamente juega el papel del hombre que pide que se acaben los privilegios del SNTE y la maestra Elba Esther, sabedor de que existen acuerdos al más alto nivel para hacer creer que así será.
Los que conocen del tema aseguran que la mentada reforma constitucional, por mucho que se acelere deberá estar aprobada a mediados del próximo año, ya que debe de pasar por la aprobación de al menos 17 Congresos locales, después de lo cual la gente se podrá dar cuenta que resultó ser la misma gata nada más que revolcada.