La semana pasada llegó una cascada de instituciones en apoyo a Enrique Agüera para candidato a la presidencia municipal. Y por primera vez no escuchamos el clásico “descarte” del mismo rector. Solo escuchamos agradecimientos. Y es que ya en el ocaso de su rectorado, todo parece indicar que ya está a un paso de ser candidato, por fin. Durante los últimos años fue candidateado Enrique hasta para gobernador y siempre dejó en claro que terminaría su gestión al frente de la universidad.

Nadie le creía. Y lo cumplió.
La UAP, vive uno de sus mejores momentos en su historia, tanto académicamente como en infraestructura. Cuando Agüera Ibáñez llegó, ni los baños de la preparatoria Zapata estaban en condiciones salubres, todos los edificios daban pena ajena. Ahora es impresionante la obra arquitectónica de la universidad.
Y conste que no solo se cuenta el Complejo Cultural Universitario, sino hubo trabajo en cada una de las más de 60 unidades académicas.
El avance también fue notorio en las farmacias Fleming, donde su tocayo antecesor no dejó ni aspirinas. Ahora en el ocaso de su rectorado, se reconoce que ha sido alguien que ha trabajado por la universidad. Por eso el paso natural es seguir, pero ahora administrando el municipio. Y más si es por 4 años 8 meses. Todo está puesto, hay quien dice que lleva la bendición de dónde tiene que venir. Hay que esperar. Tiempo al tiempo.
 
ELECCIONES BUAP
Mientras ya se preparan las elecciones en distintas casas de estudio de la UAP, ya suenan algunos favoritos. Por ejemplo en la dirección de la Facultad de Medicina los sectores se han manifestado por dos médicos- políticos: José Alberto Ortega Balderas y Jaime Meneses Guerra. Se espera una contienda de ideas y propuestas. Y es que ya se va el actual director, Rosendo Briones Rojas, quien hasta pidió su jubilación. Lo malo de este director es que será recordado por haber construido sus oficinas amplias y lujosas, mientras los alumnos toman de pie clases. Ahora gracias a Enrique Agüera, se ha abierto la posibilidad que por años estuvo cerrada a la comunidad de Medicina, la de elegir libremente a su autoridad, hecho inédito desde hace 20 años, en que se votó por un único candidato.