Desde hace tiempo lo he venido advirtiendo que los actuales diputados locales del PRI más que obedecer a los intereses de su partido, obedecen a los mandatos del gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, al cual le deben infinidad de favores.
La semana pasada también comenté sobre la simulación que muchos priistas hacen, ya que quieren quedar bien con “Dios y con el diablo” en la guerra que se avecina, “ganar-ganar” es la consigna para la mayor parte de quienes integran el grupo parlamentario del tricolor, de nada han servido los llamados por parte de la misma Ivonne Ortega, la falsedad se nota en los hechos.
El aun líder de la fracción parlamentaria del PRI en el Congreso local, Edgar Salomón Escorza, solo es uno de los muchos ejemplos que proliferan de deslealtad hacia su partido. Consciente de que no será candidato a presidente municipal por el PRI en San Martín Texmelucan, el jovenzuelo se dedica a llevar y traer todo tipo de información hacia el morenovallismo.
Tanto Edgar como el resto de los diputados priistas que buscan ser candidatos a presidente municipales como David Espinosa, David Huerta, Jorge Luis Coriche, etcétera, saben que tienen mínimas posibilidades de obtener la postulación, pero se han puesto a las órdenes del gobernador para operar en sus diferentes distritos a favor de los candidatos de Moreno Valle.
Vaya labor que tiene enfrente el nuevo delegado del CEN del PRI, Fernando Moreno Peña, quien se tendrá que aplicar a fondo para depurar a su partido y hacer frente a la elección con personajes que realmente se la quieran jugar con el PRI y no formen parte de una quintacolumna, como ocurre con la bancada tricolor en el Congreso local.
Lo mismo ocurre con candidatos a presidentes municipales que le juran amor eterno a la dirigencia estatal del tricolor que encabeza Pablo Fernández del Campo y que después de ser entrevistados corren a platicar a los operadores morenovallistas los detalles de las reuniones sostenidas.
Coriche, todo un caso
Ayer le fue muy mal al diputado Jorge Luis Coriche en su intervención en tribuna a la cual subió para fijar la postura del PRI en torno al tema de la reforma educativa.
Desde galerías se escucharon en todo el inmueble los gritos de “traidor”, “arribista”, “corrupto”, lanzados por los maestros del SNTE en más de 25 ocasiones.
Coriche en todo momento mantuvo su mirada pegada a las líneas discursivas que de manera titubeante planteó en el salón de Plenos. Y es que Coriche es de los que quiere quedar bien con Dios y con el diablo. Trae pláticas y amarres con Nueva Alianza para que lo apoyen como candidato a presidente municipal por Zacatlán y ahora estos apoyos están en riesgo.
Hay que recordar que el legislador local debe su carrera política al magisterio, quien lo colocó en la Junta de Gobierno del ISSSTEP y también al frente de la Dirección General de los Centros Escolares en Puebla.
Con esta medida el diputado priista ve mermadas sus posibilidades de acceder a la candidatura por la presidencia municipal de Zacatlán aunque muy probablemente le aseguren la designación como coordinador de los diputados del PRI.
Comienzan a desmantelar la estructura
El próximo miércoles será el último día que labore Óscar Gómez como jefe de la oficina de la Secretaría General de Gobierno. El hombre fuerte de Fernando Manzanilla Prieto ha presentado su renuncia para irse de Puebla.
Gómez se va sabedor de que una vez firmado el Pacto de Loreto y Guadalupe, el secretario general de Gobierno se separará de su cargo para ir en busca de un puesto de elección popular y en su lugar arribará Eukid Castañón Herrera.
Dicen los que saben, que Gómez era realmente quien hacia el trabajo fuerte en la oficina de Manzanilla Prieto.
Germán Sierra, a Conagua
Finalmente, fue el exsenador de la República y excandidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla en 1995, Germán Sierra Sánchez quien se quedó con la Comisión Nacional del Agua, lugar en el cual se mencionó a Raúl de la Llata Mier quien se quedó en el camino.
Diputados del PRI, caballos de Troya

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