Quién lo hubiera creído, pero dentro de las cartas del morenovallismo para la alcaldía se encontraba el expresidente municipal de Puebla, Enrique Doger Guerrero.
Y es que el nombre del exrector y exalcalde fue puesto sobre la mesa de negociaciones con el Yunque por el propio mandatario, quien puso el apellido del priista como una de sus cartas.
El gobernador amenazó al Yunque que si vetaban a su candidato, entonces la carta que movería para la alcaldía sería la del expresidente municipal de Puebla.
Atónitos, los Yunques —encabezados por el alcalde Eduardo Rivera Pérez— no podían dar crédito a lo que escucharon.
Testigos del encuentro, además del presidente municipal de Puebla, fueron el enviado del Comité Ejecutivo Nacional del PAN y empleado del gobernador, Juan Molinar Horcasitas y el líder de blanquiazul, Rafael Micalco Méndez.
Está por demás decir que la reacción de los señores de la derecha poblana fue inmediata: todos, menos Doger.
Así fue como luego el gobernador procedió a vetar la posible postulación de Ana Teresa Aranda como primera opción del Yunque, entonces la derecha optó por poner sobre la mesa el nombre de Pablo Rodríguez Regordosa
Llama la atención que el gobernador haya puesto sobre la mesa el nombre de Enrique Doger Guerrero, quien ha jurado amor eterno al PRI.
¿Acaso se equivocó Moreno Valle? ¿Acaso mintió al Yunque el gobernador? Sea como sea, el ganador de la negociación fue el mandatario estatal, el cual —está visto— cuando no gana, arrebata.
Así fue como se salió con la suya, lo único que alcanzaron a rescatar los Yunques fueron sus tres diputaciones, regidurías y el que —sea cual sea el resultado de la encuesta— haya una simulación de interna para que Tony Gali llegue legitimado.
Entre los acuerdos, los yunquistas pidieron al mandatario estatal que cualquiera que fuera el resultado en las encuestas es que fueran a una elección interna del candidato azul, todo para legitimar al mismo candidato.
El factor Doger, como en 2010, una vez más fue determinante —según cuentan— para definir el futuro de Puebla.

La imposición de Salvador Escobedo
A unos días de arrancar el proceso electoral en la entidad poblana, el secretario de Desarrollo Social en el estado, Salvador Escobedo Zoletto, le ha dado por meter las manos en el proceso electoral del municipio de Atlixco —de donde es oriundo— por dos razones: la primera, porque anda queriendo ser diputado local y la segunda, porque está impulsando la candidatura a la presidencia municipal de José Luis Galeazzi Berra.
El secretario de la Sedeso asegura que para esto cuenta con el aval de Casa Puebla; lo que no sabe Salvador Escobedo es que los verdaderos panistas de la región no van a permitir actos de imposición y para ello están creando un frente común en contra de esta situación.
Este frente “anti Salvador Escobedo” es encabezado por Jesús Dorado “El Chamuco”; Rogelio Flores Mejía, exconsul en Los Ángeles, California; Guillermo Velázquez Gutiérrez, exdiputado federal y el actual secretario general del ayuntamiento de Atlixco, Salvador Olivares Romero.
Las malas mañas y cacicazgos no solo se dan en el tricolor.