A más tardar, el día 20 de marzo deberán renunciar a su cargo los interesados en participar en el proceso de sucesión rectoral en la máxima casa de estudios en el estado.
El estatuto interno de la UAP marca que quien quiera ser candidato a rector de la máxima casa de estudios en el estado deberá separarse del cargo que ocupe con seis meses de anticipación, esto quiere decir —reiteró— que a más tardar el próximo 20 de marzo estaremos conociendo a quienes aspiran a suceder a Enrique Agüera Ibáñez, quien a su vez está a unos días de saber si será o no el candidato del PRI a la alcaldía de Puebla.
El rector Agüera cuenta con todos los hilos de la gobernabilidad al interior de la máxima casa de estudios, llega al proceso de sucesión en el mejor momento de su administración, pleno y convencido de que los resultados entregados en su gestión son el mejor aval para sus aspiraciones políticas.
Dentro de la baraja para suceder al rector se encuentran Jorge David Cortés, eficiente funcionario de la UAP; Manuel Sandoval, el hombre de los grandes resultados en la obra pública y que muchos quisieran tener como secretario; y también Alfonso Esparza, quien tiene el mérito de no pertenecer originalmente al grupo del rector y que se ganó su confianza con el paso del tiempo.
Pero también hay otras opciones que siempre ha querido buscar la oportunidad de convertirse en rector, como el vicerrector Jaime Vázquez; Ricardo Moreno Botello, el eterno aspirante; el director de la escuela de Derecho, Guillermo Nares; y el grupo de los Vélez.
A la par de sus aspiraciones políticas, el rector de la máxima casa de estudios maneja pacientemente su sucesión al interior de la UAP, la cual goza de estabilidad política, requisito indispensable para que haya paz social en Puebla.
Ahora que muchos movimientos sociales han contaminado a otras casas de estudios, la UAP es la muestra de que no hace falta más que honestidad y buen trabajo para entregar buenos resultados.
Sin lugar a dudas, la sucesión al interior de la máxima casa de estudios será igual de apasionante que todo lo que ocurre en este vertiginoso 2013.
Los dados están echados, en breve se definirá la candidatura a la presidencia municipal de Puebla y, a la par, la UAP también entrará en la dinámica de su propia sucesión.

Llega Crisanto
Un verdadero profesional de la comunicación será quien se encargue a partir de este día de la relación del gobierno de Puebla con los medios y a la vez fungirá como vocero de la administración estatal, se trata de Fernando Alberto Crisanto Campos.
Periodista de toda la vida, Crisanto es quien a partir de ayer se hizo cargo de tratar de enmendar lo que desde que se fue Norberto Tapia está de cabeza.
Cuántos problemas se hubiera ahorrado el gobernador si desde un inicio hubiera optado por tener a Fernando Alberto Crisanto.
Paradójicamente, el gobernador siempre tuvo a la mano a la persona ideal para que se hiciera cargo de sus relaciones con los medios, pero decidió probar con improvisados que, ya se vio, sólo sirvieron para deteriorar su imagen y que a la hora de la verdad quedaron completamente rebasados.
Ahora Crisanto tiene una gran reto por delante, no será nada fácil tratar de componer lo que sus antecesores en los últimos meses dejaron hechos ruinas, la tarea que tiene enfrente es un verdadero reto; ojalá realmente lo dejen operar para que pueda ser eficiente.
Aunque el morenovallismo lo niegue, la detención de la maestra Elba Esther Gordillo vaya que cambió las cosas y hay que ver de qué forma.