Imagine el lector a un elemento de la Policía Estatal Preventiva (PEP) portando un rifle de asalto R-15, efectuando disparos en la fachada de una casa, en la 5 Oriente y 16 Sur de la colonia Azcárate y luego disparándose él mismo para resultar herido en una pierna.
Si ya se lo imaginó, ahora le comentó que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) consignó al Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel al policía estatal Alberto Castro Vázquez por falsedad en declaraciones rendidas ante una autoridad.
Sí, que el policía iba armado con un rifle de su propiedad y que además llevaba un cargador que no había reportado, todo esto de acuerdo con una oportuna nota informativa del portal de noticias e-consulta.
Este caso ocurrió el pasado 1 de marzo, a dos calles de las instalaciones de la Policía Estatal Preventiva, donde le comento que sólo existe un encargado de despacho y no un director responsable.
La nota de esa mañana la detalló el periodista Javier López Díaz, a través de su noticiero radiofónico de 5 Radio.
Los primeros reportes que le llegaron, a través de su red informativa, indicaba que un policía había sido baleado por sujetos desconocidos que viajaban en una camioneta Lincoln blanca y que por lo menos le habían disparado entre 35 y 40 ocasiones con rifles de asalto y armas calibre 9 milímetros. Se dijo que cartuchos percutidos estaban regados en el piso, además de las huellas de la fachada baleada.
Al menos un radioescucha del periodista López Díaz se comunicó al noticiero muy apenado, porque dijo haber escuchado al policía cuando desesperado golpeaba las puertas de esa avenida para que lo dejaran entrar y que el miedo de que le pudiera pasar algo a su familia lo llevó a no prestarle ayuda, luego llegó el “concierto de plomo”, con los resultados que todos los medios informativos dieron a partir de ese día.

La respuesta inmediata de la SSP
Al respecto, la Secretaría de Seguridad Pública envió el siguiente comunicado oficial:
“De manera preliminar, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal informa que alrededor de las 06:15 horas de este viernes 1 de marzo de 2013 se tuvo el reporte de que sobre la calle 5 oriente entre la 16 y 14 sur, perteneciente al barrio de Analco, sujetos a bordo de una camioneta tipo Lincoln color blanca, efectuaron diversas detonaciones de arma de fuego.
”El saldo fue de un Policía Estatal Preventivo que presenta lesión en un muslo y que recibe la atención médica pertinente en el ISSSTEP. Su estado de salud se reporta estable. El uniformado de 31 años de edad, caminaba hacia la Dirección General de la Policía Estatal que se ubica en inmediaciones del sitio en donde se registraron los hechos.
”La Secretaría de Seguridad Públia Estatal mantiene estrecha coordinación con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla para efecto de las investigaciones que ya se realizan en torno a lo ocurrido.”
Hasta aquí la “postura oficial”.

La curiosidad
Si usted leyó el comunicado dígame dónde dice que el policía herido llevaba un rifle R-15 o un cargador.
¿Cómo pudo el policía dispararse con un arma larga?
¿Acaso el uniformado se quería suicidar con 40 disparos y sólo le atinó a uno en una pierna?
¿Cómo se le ocurre a un policía descargar un arma de esas magnitudes a dos calles de la PEP, a sabiendas que los elementos de guardia tienen ese mismo tipo de armas para seguridad y lo hubieran enfrentado fácilmente?
La intención del gobierno de Puebla es y ha sido la de colocar “cortinas de humo” en todo el estado para ocultar la presencia de grupos delictivos.
El sólo hecho de que la PGJ haya informado del desmantelamiento de cédulas de grupos delictivos de Guerrero, Morelos, Veracruz, Tamaulipas y de Estado de México, que han participado en secuestros, ejecuciones, asaltos, además de delitos federales, da muestra del tipo de “clientela” con quienes se tienen que enfrentar grupos de investigadores; en otras palabras, estamos infestados de delincuencia organizada.
La consignación del policía por “falsear declaraciones” es muy difícil de creer, sobre todo porque hay muchos testigos de lo que ocurrió ese 1 de marzo… como broma fue buena.
     
Detienen autobús clonado del Ejército mexicano
Por cierto, la Policía Federal detuvo en la zona de restaurantes de la autopista Puebla-Orizaba, a unos metros de la caseta de Esperanza, a dos hombres que tenían en posesión un autobús con el color y las siglas del Ejército mexicano habilitado para el transporte de personal, pero que era clonado.
Los dos sospechosos, muy quitados de la pena, enfrentaron a los federales y les mostraron un documento firmado por un supuesto general, pero cuando fue confirmada la información resultó que todo era falso.
Presuntamente, esa unidad era utilizada para el transporte de elementos del crimen organizado.
La unidad fue entregada junto con los sospechosos al Ejército mexicano en su base de la ciudad de Puebla.
Desde el domingo pasado los sospechosos rinden declaración.
Y dicen que “en Puebla no pasa nada”.
Nos vemos cuando nos veamos.