En medio de las negociaciones generadas por las alianzas partidistas, una fuente reveló a este columnista que el pasado 10 de abril, poco después de las ocho de la noche, en uno de los salones del Hotel Camino Real de Polanco, en la ciudad de México, se encontró un grupo de personajes para diseñar la estrategia de la coalición Puebla Unida.
En esa reunión aparecieron poderosos actores políticos, tanto nacionales como otros provenientes de la aldea poblana.
Ahí estuvieron los líderes Jesús Zambrano del PRD y Gustavo Madero del PAN, como las figuras principales, atrayendo a otros personajes como Dante Delgado Ranauro y su delfín, José Juan Espinosa Torres.
Aunque la alianza ya se había consolidado con anticipación y la “traición” de José Juan era parte de un acuerdo con beneficios para Movimiento Ciudadano, la reunión tomó otros niveles por la aparición de un personaje inesperado.
Aunque muchos pudieran dudarlo, a esa reunión llegó Javier López Zavala, quien se ostentó como el coordinador del nuevo partido Pacto Social de Integración, demandando candidaturas para su gente.
Así como usted lo lee.
Zavala apareció en escena exigiendo candidaturas, en donde aseguró tener un capital político y la estructura suficiente para ganar la elección.
Por increíble que parezca, el partido Pacto Social de Integración aparecerá en algunos municipios en las llamadas candidaturas comunes, haciendo equipo con el PAN, el PRD, Nueva Alianza y Compromiso por Puebla.
Es decir, que el partido zavalista jugará con los colores que lo vencieron tres años atrás.
Y aunque de Pacto Social de Integración ya se sabía que participaría en candidaturas comunes con los colores morenovallistas, Zavala se había empeñado en mantenerse oculto en estas negociaciones.
Del que no es extraño que siga como un empleado del gobernador es del dirigente del Partido Verde, Juan Carlos Natale, quien también se hizo presente junto con el dueño de su partido-empresa, Jorge González Torres.
Ya se imaginarán que el tamaño de los acuerdos fue similar a la dimensión de las traiciones.
Don Facundo, el encantador de ratas
El día de ayer escuché en una entrevista radiofónica con Iván Mercado al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Facundo Rosas, intentando defender lo indefendible.
Si usted lo escuchó, seguramente coincidirá conmigo en que este amigo batalla para articular una frase completa.
Por el bien de Puebla, espero que el titular de la SGG, Luis Maldonado, tome al toro por los cuernos y de inmediato tome el mando de los cuerpos policíacos.
Por momentos, don Facundo me hizo recordar a aquel personaje que hablaba con las ratas amaestradas.
Irónicamente, nuestro Facundo parece estar encantado, pero por las ratas de dos patas.
Entre acuerdos y jaloneos
Mientras en algunos municipios los priistas no terminan de ponerse de acuerdo y se pegan golpes bajos al por mayor, en algunos otros han logrado ponerse de acuerdo.
Uno de los municipios más codiciados por el PRI es San Martín Texmelucan, donde existían cuando menos cinco suspirantes visibles.
Sin duda, este municipio presagiaba una “carnicería” por todas las ambiciones de los contrincantes políticos.
Sorprendentemente, Edgar Salomón logró unir los intereses de los grupos, por lo que hoy parecen destinados a mantener el poder de Texmelucan.
Para mala fortuna del tricolor, los priistas de otros distritos parecen no entender que la fórmula de San Martín los podría hacer ganar muchas alcaldías.
No lo entienden, ni lo entenderán.
El Pacto de la Traición
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