En ambos equipos de campaña que se disputarán la presidencia municipal de Puebla, son metas muy similares en el número de votos a conseguir para el 7 de julio.
Ambos equipos, tanto el de Enrique Agüera como el de Tony Gali, se han puesto metas muy altas, el lograr obtener 345 mil votos en Puebla capital y superar en números la votación más alta que se haya registrado en proceso alguno en Puebla capital.
La meta es bastante ambiciosa, si se toma en cuenta que se trata de un proceso electoral intermedio, donde la participación ciudadana baja al no estar en juego la gubernatura del estado, no obstante, el ingrediente de que está en juego una presidencia municipal de 4 años y 8 meses le pone un sabor distinto a la contienda.
Esta alcaldía es la antesala de Casa Puebla, sin duda, quien gane la presidencia municipal tendrá boleto seguro para disputar la gubernatura en 2018, ya que ocupar Casa Puebla por un año y ocho meses es poco atractivo para los reales contendientes, para los pesos completos.
El comportamiento electoral de Puebla abre nuevos retos tanto para Enrique Agüera como para Tony Gali.
Eduardo Rivera Pérez fue el primer candidato en obtener más de 300 mil votos en Puebla capital, alrededor de 320 mil fue la cifra del hoy edil capitalino, pero iba acompañado de Rafael Moreno Valle en la boleta y se trataba de una elección a gobernador del estado donde el morenovallismo logró convertir el proceso en un referéndum en contra de la administración de Mario Marín Torres.
Si bien el padrón electoral se amplió de 2010 a la fecha, la meta parece demasiado alta, aunque sin lugar a dudas si alguien la logra conseguir, será por demás histórica y aseguraría un inobjetable triunfo en una época en donde es muy difícil abrir brechas de más de 10 puntos porcentuales.
Las dos estructuras trabajan horas extras en aras de obtener la victoria, pero además el triunfo electoral inobjetable que les permitiría evitar el fantasmas de la judicialización del proceso, tema del cual se habló y en cuyo escenario el PRI llevaría mano, por tener la Presidencia de la República a su favor.
La contienda electoral ente las coaliciones Mover a Puebla y Puebla Unida puede ser la más competida en la historia de la ciudad y el escenario es más que propicio para ver este choque de trenes. Como en toda campaña, y no se necesita ser muy sabio para decirlo, ganará quien cometa menos errores.
Los debates serán clave
Por primera vez en la historia de los procesos electorales de Puebla serán clave los debates que por obligación deberán celebrar los candidatos no sólo a presidentes municipales, sino a diputados locales, una innovación propuesta por el líder de la Junta de Coordinación Política, el diputado panista Mario Riestra Piña, como parte de la reforma electoral realizada en 2012.
Obligatoriamente Tony Gali y Enrique Agüera deberán de verse las caras en un foro dos veces, otra innovación, ya que antes sólo era obligatorio el participar una sola vez en el intercambio de ideas.
Los dos debates pueden ser fundamentales para definir al ganador de la contienda electoral, ya que aunque son desdeñados, en 2010 fue muy importante el debate celebrado entre Javier López Zavala y el hoy gobernador Rafael Moreno Valle, para inclinar la balanza a favor del segundo.
Será muy interesante ver cómo se desenvuelven en este escenario tanto Agüera como Gali y en una contienda tan cerrada, como se espera que ocurra en Puebla, podría ser la diferencia para inclinar hacia un lado o hacia otro la balanza de la elección.
Hasta en eso se ve pareja la contienda, ya que ambos personajes están bien preparados y cuentan con muy buena imagen para hacer un buen papel cuando se den a conocer los días en que habrán de celebrarse estos dos encuentros que, insisto, podrían ser claves para decidir el futuro del futuro inquilino del palacio del “Charlie Hall”.
Una meta bastante ambiciosa
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