Si alguien debe contribuir a que haya equidad en una contienda política, ése es el Instituto Electoral del Estado, organismo encargado de organizar la elección y velar que se cumplan las reglas del juego.
El problema estriba cuando el árbitro de la contienda ve todas las que hacen de un lado, pero no ve las que hacen los otros, ahí la equidad se terminan y la parcialidad se comienza a notar a leguas.
Eso sucede hoy con los órganos electorales en Puebla, el Tribunal ya dio una muestra de su parcialidad al impedirle a la coalición PRI-Verde utilizar el nombre de “Mover a Puebla”.
Ahora el turno es del Instituto Electoral del Estado, que bajo argucias “legaloides” busca obstaculizar el arranque de campaña de la ahora coalición “5 de Mayo” que en Puebla capital encabeza Enrique Agüera Ibáñez. La finalidad es hacer que el exrector de la UAP no pueda moverse el día 5, sino hasta el 9.
El temor de que el Instituto Electoral del Estado actué con parcialidad en los comicios es fundado, basta con recordar cómo se conformó este organismo el año pasado y cómo siempre se señaló a varios de sus integrantes de haber sido “palomeados” directamente desde Casa Puebla.
No sólo es Víctor Canovas, “el mapache electoral del gobernador”, objeto de cuestionamientos, lo es también el propio consejero presidente, Armando Guerrero, quien fue su empleado, al igual que Gustavo Garmedia Rodríguez —amigo del gobernador—, la consejera Olga Lazcano Ponce, Dalhel Lara —también exempleada del mandatario—, así como Guadalupe Esquitín, cuyo hermano es candidato de la alianza Puebla Unida —la coalición del gobernador— a diputado por Xicotepec de Juárez, ya sólo este hecho podría basta para poner en entredicho la imparcialidad de quienes hoy integran el órgano electoral de Puebla.
Pero son los hechos lo que en su caso legitimarán o deslegitimarán a estos personajes, ya desde ahora se advierte su parcialidad, pero serán sus actos los cuales confirmen que el proceso electoral de Puebla es una elección de Estado.
A nadie le conviene que el proceso electoral de Puebla se tenga que judicializar, debería de ser la voluntad ciudadana la que decida en las urnas quiénes serán sus autoridades, está en manos del órgano electoral la decisión de “limpiar” o “ensuciar” la elección del próximo 7 de julio.
“Cancha pareja” es lo que debe de garantizar el Instituto Electoral del Estado; así, en igualdad de circunstancias, que gane la mejor oferta, así no habrá motivo de queja.

Lo dijo don Facundo
Nadie duda de la experiencia del secretario de Seguridad Pública en el estado, Facundo Rosas, cuyo currículum luce impresionante; sólo que tal vez al funcionario le falta un poco de “tacto” para decir las cosas.
Hace unos días, durante una reunión con empresarios en el salón San Francisco del Hotel Presidente, Rosas abordó el tema de la seguridad pública, tema que preocupa mucho a los poblanos, sobre todo a raíz de los hechos que se han presentado en la vía San Ángel y en otros lugares.
En la reunión el secretario pidió a los empresarios no alarmarse por lo que ocurre en Puebla, ya que dijo que el estuvo en Ciudad Juárez y ahí las cosas de verdad eran delicadas.
Palabras más palabras menos, el funcionario mencionó que en Ciudad Juárez debido a la violencia se morían 31 personas diariamente hace unos años y que eso sí era motivo de preocupación, no que se muriera una.
Además agregó que si había asaltos a cuentahabientes en los bancos, la culpa era de la gente que iba a retirar su dinero, que “para que retiraban su dinero, que por eso los asaltaban”.
La verdad es que Puebla en nada se parece a Juárez, cierto, pero también es lamentable que el secretario minimice los hechos, cualquier muerte es lamentable y objeto de preocupación. Creo que Facundo Rosas debería ser más cuidadoso con sus comentarios.