Por fin apareció la campaña, la cual durante las dos primeras semanas no había tenido sabor y sólo un poco de contenido.
En la tercera semana se comenzó por fin a ver el contraste entre una y otra propuesta, para poder comparar, y por lo mismo el primer intercambio de golpes en una contienda, la cual sigue sumamente reñida y pareja.
Enrique Agüera se desdobló en esta semana que recién concluye; dejó el traje de académico y por fin se puso el de candidato, y hábilmente enfocó su campaña en el punto central: el ser humano, la persona como eje del desarrollo.
“A mí no me van a recordar cuando me vaya por cuanta obra hice, sino por cuantas vidas transformé”, dijo en el Club de Empresarios de Puebla, y remató: “La obra deberá de tener un sentido social y responder a las necesidades de las personas”.
Este discurso le comenzó a granjear miles de simpatías al exrector, quien le ha dado un nuevo énfasis a su mensaje recordando que si bien no se quiere confrontar con nadie, él representa en este proceso electoral a la oposición, ya que Acción Nacional gobierna en el municipio y en el estado.
El exrector de la máxima casa de estudios en el estado mantuvo el contacto directo con la población a través de visitas a colonias y cruceros, las cuales alternó con reuniones con empresarios.
Las actividades de la coalición 5 de Mayo a la presidencia municipal de Puebla, se dieron en el marco del choque director entre el PRI y el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle Rosas, a quien el tricolor denunció por organizar una elección de Estado.
Incluso, el expartidazo presentó dos denuncias ante la Fepade en contra del mandatario estatal, a quien acusan de tener metidas las manos en el proceso. Este hecho tensó la relación entre los principales actores políticos del estado, pero nadie puede negar que contribuye a hacer más interesante el proceso.
Por su parte, Tony Gali tuvo una semana de altibajos, comenzó muy bien con la presentación de una encuesta por parte del grupo Reforma, la cual le daba seis puntos de ventaja sobre su adversario, a mitad de semana presentó algunas propuestas interesantes sobre generación de empleo y apoyo a grupos vulnerables, la cuales no tuvieron la penetración o más bien no permearon como el candidato y su equipo esperaban, y cerró muy fuerte con la presentación de su declaración patrimonial, la cual ha resultado controversial, pero Gali decidió abrir sus cartas.
Otro factor que se atravesó en la semana y el cual puede resultar fundamental para la definición del proceso es la inseguridad que azota a la ciudad de Puebla y su área conurbada: asesinatos a plena luz del día, como pocas veces se habían visto en la Angelópolis, y minimizados por las autoridades, las cuales han demostrado una completa insensibilidad ante el fenómeno que amenaza con desbordarse.
El candidato que mejor respuesta dé a esta problemática y presente un plan de acción serio y realice un compromiso real frente a la ciudadanía para resolver el problema, seguramente sumará varios puntos en la lucha por ganarse las simpatías de los indecisos, sector que aún se mantiene muy alto, con casi 30 por ciento.
Se ha disparado el índice delictivo en Puebla capital y el retiro de efectivo en sucursales bancarias se ha vuelto —sin exagerar— mortal y sin que la autoridad le ponga un alto la inseguridad comienza a ser factor en el proceso electoral.
La cuarta semana y última de mayo pinta para ser cruenta, ya que los tambores de guerra suenan por todos lados, la polarización amenaza con desbordarse y llegar a las descalificaciones de la campaña “negra”; ojalá y no sea así.
Al concluir la semana se habrá ido el primer mes de campaña y quedará por delante solo un mes más, aunque lo que está en juego es al menos lo que ocurrirá en los próximos 12 años.
El morenovallismo va por el maximato y el priismo local aunque menguado, dividido y corrompido, es el único que puede frenar el proyecto del gobernador Moreno Valle, cuyo sueño para 2018 pasa precisamente por esta aduana.