El proceso electoral del 7 de julio ha concentrado toda la atención en Puebla capital, por ser la “joya de la corona”, pero no por eso hay batallas en otros frentes que sean dignos de reseñarse.
Un caso digno de reseñar es lo que ocurre en Atlixco, donde pese a que casi no hubo candidato priista durante toda la campaña, “El Chivo” José Luis Galeazzi Berra no las lleva todas consigo.
En este mismo espacio dijimos que pareciera que el PRI había cedido la plaza y que todo iba a ser un día de campo para el expresidente municipal y exdiputado federal, pero no ha sido así.
La postulación de Galeazzi ha polarizado al panismo de Atlixco, uno de los más tradicionales, quienes no están de acuerdo con su nominación; en las fiestas de la región continuamente se comenta en las mesas que no cayó muy bien la “reelección” de Galeazzí, quien —dicen— ya está muy visto.
Lo mismo aplica para Salvador Escobedo Zoletto, quien ha instalado una especie de cacicazgo en la zona, lo cual tampoco es bien visto. El exfuncionario estatal ha sido presidente municipal, diputado local y operador a nivel nacional del programa Oportunidades, con más pena que gloria.
En donde Puebla Unida sí se ha consolidado como una opción sólida es en Cuautlancingo, con Félix Casiano, quien ganó de calle el debate debido a que el candidato de la coalición 5 de Mayo de plano ni se presentó al encuentro.
Tal vez Víctor Coaxiloa, conocedor de la situación, decidió no hacer el ridículo y de plano ni fue al debate, pues se sabía perdido.
Félix Casiano ya se comprometió a trabajar de tiempo completo con su homólogo de Puebla, Tony Gali, para atacar de frente los problemas que afectan al área metropolitana de la ciudad de Puebla.
De hecho, ayer Casiano firmó sus compromisos ante notario público y adicionalmente adelantó que trabajará con su homologo de Puebla, en caso de que a los dos los favorezca el voto popular, de manera anticipada durante los siete meses que dura la transición, con la finalidad de que las licitaciones arranquen en el momento mismo en que concluya la toma de posesión, lo cual no suena sencillo pero será posible en la medida en que el candidato a edil no pierda de vista sus compromisos y su responsabilidad.
 
López Zavala no se raja
En torno a lo publicado en esta columna el día de ayer sobre que los priistas poblanos habían dejado solo a su candidato a la alcaldía, Enrique Agüera Ibáñez, el diputado federal del PRI Javier López Zavala tuvo a bien hacer las siguientes consideraciones.
El legislador federal y excandidato a la gubernatura de Puebla rechazó que no esté apoyando a Enrique Agüera y enumeró una serie de acciones que —dijo— ha coordinado él personalmente y su equipo de colaboradores.
De entrada, el diputado federal mencionó que ha participado en la organización de no menos de 15 eventos a favor del candidato de su partido a la alcaldía, destacando los últimos celebrados en el salón Country en San Manuel y encuentros con varias organizaciones de comerciantes de la ciudad.
También mencionó que pese a tener sus diferencias con Pablo Fernández del Campo, el presidente estatal PRI, y con el delegado Fernando Moreno Peña, no se ha dado descanso para apoyar las campañas de varios candidatos priistas en el interior del estado, como Ajalpan, Izúcar, Tepeaca y Acatlán, sólo por mencionar algunos.
Zavala refrendó su priismo y sobre todo reiteró que ha participado activamente en los eventos de Enrique Agüera. 
Estás servido, mi querido Javier.
 
Cierra fuerte Salomón
Edgar Salomón Escorza, el candidato de la coalición 5 de Mayo a la presidencia municipal de San Martín Texmelucan, ha cerrado fuerte el actual proceso electoral.
Por si algo pudiera faltar, dentro del trabajo que ha venido desarrollando el aspirante a la presidencia municipal de San Martín sumó ya a su campaña a quien fuera su principal contendiente a la candidatura.
Se trata de la exdiputada local y exdiputada federal Janet González Tostado, mujer con un reconocido liderazgo en la región.
Atrás quedaron los malentendidos, los dimes y diretes, Salomón y Janet sellaron un pacto para cerrar juntos y qué mejor aval que la señora madre del candidato, para que no haya ninguna duda.