Es un hecho que la transición de la victoria electoral a la toma de posesión de los candidatos ganadores es muy larga, más de 8 meses separan a Tony Gali de asumir las riendas de la administración municipal.
Como todas las cosas en la vida, este largo periodo entre el triunfo electoral y la toma de posesión tiene ventajas y desventajas.
Dentro de las ventajas está la de aprovechar el tiempo para empaparse de la situación, en comenzar a trabajar en los proyectos ofrecidos en campaña, elaborar de manera conjunta el presupuesto para el próximo año, anteponiendo ya las nuevas prioridades de la administración que esta por entrar, entre otros puntos.
Pero también tiene sus desventajas el esquema y es que se le resta peso a la autoridad que aún está en funciones, además de que mucha gente, empezando por los regidores, comienza a perder interés por su trabajo, ya que no laboran al mismo ritmo.
Es necesario que dentro de las reformas que se hagan a la ley electoral se incluya la de acortar los tiempos de la transición tan sólo a dos o tres meses, tiempo suficiente para que quienes entran y quienes salen se pongan de acuerdo y dejen bien limpia la hacienda pública municipal.
En el caso del actual alcalde, Eduardo Rivera, y del entrante, Antonio Gali Fayad, no ha habido problemas y ha existido una excelente relación y coordinación, más ahora que ambos personajes designaron a sus respectivos enlaces, Fernando Manzanilla por parte del edil electo y Abel Hernández del lado del presidente municipal en funciones.
Ojalá se puedan acortar los plazos para los procesos de entrega-recepción, es importante reducir los tiempos para que de esa forma se agilice la función pública y no se caiga en el inmovilidad, aunque —reitero— éste no ha sido el caso del actual ayuntamiento.
Una administración pública que se aprecie de ser moderna no debe de esperar tanto tiempo entre la victoria electoral y la toma de posesión, no es lo más conveniente ni lo más recomendable.
En el caso de Gali y Rivera las cosas caminan muy bien, pero no así en muchas de las 216 administraciones que entrarán en funciones el próximo 15 de febrero de 2014. Los espacios vacíos siempre se llenan, pero también pueden generar ingobernabilidad.
 
Trabajos a marchas forzadas
Tal y como se los mencione en mi pasada entrega, el gobierno federal les leyó la cartilla a los actuales delegados y tienen que emplearse a fondo para activar todos los programas, lo cuales deberán de llevar el sello de la administración peñista.
Cada obra, cada apoyo —por pequeño que éste sea— deberá de llevar el nombre del presidente de la República y del gobierno federal.
La disposición se les notificó a todos y cada de los funcionarios federales, quienes tienen tres meses para comenzar a trabajar a fondo y entregar buenos resultados.
El presidente Peña busca que su presencia se incremente en las entidades, ya que su popularidad está a la baja y en bono democrático se agota, así que se deberá de buscar a toda costa elevar los bonos de la presidencia de la República.
Agosto, septiembre y octubre serán meses de gran intensidad para los delegados federales y quien no aguante el paso en diciembre estará fuera, esa es la indicación.
 
Bien por Riestra
Excelente discurso ofreció ayer el líder del Congreso local, Mario Riestra Piña, durante la inauguración de las nuevas oficinas del Congreso del estado, ubicadas en el antiguo Mesón del Cristo.
Riestra destacó el trabajo que el Congreso local ha realizado en materia de transparencia, donde acotó que los avances han sido también importantes. 
El líder del Congreso local destacó que según el colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes, mejor conocido como Cimtra, el Congreso de Puebla pasó de tener una calificación reprobatoria a ocupar el primer lugar en el ranking nacional de transparencia.
Riestra ha consolidado un liderazgo basado en resultados, resultados que están a la vista y que han dado a la Legislatura local una imagen diferente a la que tuvo durante los dos primeros años, en donde de lo único que se hablaba era de la sumisión y la poca dignidad de muchos de sus integrantes.