Este lunes, NG Puebla presenta la primera de dos partes de una entrevista realizada al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien accedió a hablar de pobreza, inseguridad y su futuro político después de concluir su periodo al frente de la administración capitalina. 
Si bien hemos repetido incansablemente que los índices de inseguridad en la capital poblana no alcanzan niveles de riesgo para sus habitantes, en comparación con otras entidades federativas, hoy vemos a un alcalde con la sensatez suficiente para reconocer frente a las cámaras que las cosas no van bien y que “no puede taparse el sol con un dedo”. 
Los atracos con violencia a transeúntes, cuenta habientes y robo de auto partes son algunos de los delitos con mayor incidencia en Puebla, y es ahí donde continua la “piedra en el zapato”. Si bien es cierto que la fluctuación en los índices delictivos varía —como el propio Rivera Pérez lo reconoce—, la realidad es que ninguno de nosotros va a un cajero (banco) sin el temor de ser víctima de la delincuencia, que hasta hoy no se sabe si está coludida con los empleados de las instituciones bancarias. 
Lo escandaloso de los atracos registrados en los últimos meses, en donde se han perdido vidas humanas, tiene preocupados a las autoridades, sin embargo, el comparativo sigue siendo con estados como Michoacán, Tamaulipas, Nuevo León, y nos ubica en el mejor estado de todos: la conformidad de sabernos menos peor que otros. 
Siete son los meses que tiene Eduardo Rivera para presentar su ultimo y tercer informe de gobierno, donde deberá mostrar estadísticas que demuestren que Puebla sigue siendo una de las mejores ciudades para vivir sin la necesidad de compararla con las entidades más peligrosas de México, pues el mal de muchos se convierte en el consuelo de los tontos.