Un fenómeno al cual Puebla no es ajeno es el que tiene que ver con las instituciones que lo conforman, las cuales han dejado de ser democráticas.
Basta con revisar lo que ha ocurrido en el periodo que he denominado “la restauración” para ver que, lejos de avanzar en un sistema democrático, México va en reversa, en un fenómeno que no es ajeno a las administraciones priistas, sino en el que también han colaborado las panistas.
Luego de la derrota del PRI en 2000, el país pensó que caminaba en la democracia y en la construcción de instituciones. El cambio de partido en el poder daba la oportunidad y se vislumbraba como el momento perfecto para consolidar un sistema de equilibrios en el país.
No obstante, no fue así. Las “concertacesiones” rompieron el esquema del tránsito democrático en México por el simple hecho de que los partidos políticos prefirieron concesiones a cambio de privilegiar el tránsito democrático del país, y entonces nació la política de chantaje, que permanece ante nuestros días.
“Qué me das y qué te doy”, es lo que prevalece hoy en el sistema político mexicano, donde, para constituir alguna institución, lo primero es negociar posiciones. Sea en el IFAI, en el IFE, en todas las comisiones, no es la capacidad lo que determina quien llega, sino quién negocia o qué quien apadrina.
Esa es la realidad del sistema político mexicano, donde las “concertacesiones” son el pan de todos los días y una forma de gobierno que en Puebla ha tomado carta de naturalización.
Las coaliciones son eso, el fruto de las “concertacesiones”, de las negociaciones políticas, de la cultura antidemocrática que en México se pensó ya se había superado, pero que la realidad demuestra que no así.
 
Le dan el visto bueno a las independientes
Un buen paso adelante fue el que dio el Congreso local en la aprobación de las candidaturas independientes.
Es el comienzo del fin del monopolio de los partidos políticos en la vida política de Puebla.
A pesar de haber acotado el inicio del proceso del fin del monopolio de los partidos políticos, el paso inicial fue bien dado, lo que viene es consolidar lo que se inició.
Las candidaturas independientes eran una gran demanda ciudadana y son el primer paso hacia la consolidación de un sistema que ya no sea de partidos.
Puebla ya dio el paso. Puebla, en la incipiente democracia de México, acaba de avanzar; el Congreso poblano se arriesgó y ahora hay que ver cuáles son los resultados.