Este miércoles, nuevamente los comisionados de Acceso a la Información Javier Fregoso y Federico González Magaña dieron una ensuciadita más a la transparencia en Puebla.
Y es que la Secretaría de Transportes (ST), a cargo de Bernardo Huerta, con tal de no reconocer que no existen permisos federales para la instalación del teleférico, ni siquiera a la CAIP se los mostró.
La ST, en el proceso de más de seis meses, argumentó que está en un proceso judicial, por lo que reservó la información.
Todo a pesar de que el órgano garante de la transparencia está facultada por ley para ver documentos que estén en reserva.
Pero Javier Fregoso se conformó con que le mostraran una copia del proceso de amparo que tiene en contra la ST por el caso del teleférico, aunque eso no lo habían solicitado, sino los documentos señalados, hasta en dos ocasiones.
Por eso mismo la comisionada Blanca Lilia Ibarra (la única que sí se sabe las leyes al derecho y al revés) volvió a dar una cátedra a los comisionados.
Y señaló fehacientemente que Fregoso tuvo que haber visto los permisos federales, y no sólo el amparo.
Cuando lo explicó, Blanca Lilia constantemente volteaba a ver al comisionado Fregoso, pero éste ni se inmutó.
Por eso se abstuvo de votar.
La situación maniatada de la CAIP todos la conocen. Y esto ha generado una crisis de transparencia.
Por cierto, Blanca Lilia por segunda vez se abstiene en una votación en un caso de este reportero.
La primera vez fue en el proceso de los helicópteros, cuando le dieron “carpetazo”.
 
La inseguridad
La mañana de este jueves, en la avenida de la 9 Poniente, entre 16 de Septiembre y 3 Sur, abrieron el carro de este tecleador para robarse el estéreo.
Lo bueno es que dejaron el asiento de bebé, si no sí tendría mayores problemas.
Pero, casualmente, en esta calle (como en casi todas) hay un “franelero”, quien —luego de reclamarle— dijo cínicamente que él no estaba para cuidar carros, que nada más los lavaba, aunque momentos después cobraba propinas.
Lo peor del asunto fue cuando también descaradamente dijo que en ese lugar eran constantes los robos, pero que no conocía a nadie de los ladrones, sino que una vez —afirmó— hasta detuvo a uno de los delincuentes.
Luego de la denuncia por redes sociales llegaron decenas de comentarios, pero llama la atención que muchas personas han sido víctimas de la delincuencia en esta misma calle.
Casualmente, también en este lugar, la calle se llena de vehículos oficiales del ayuntamiento, quienes tienen como su “viene viene” oficial a este “franelero”.
Lo cierto es que la delincuencia está desatada, sobre todo en robo de auto partes, y los hurtos pululan como “franeleros” hay en la ciudad.
Apenas hace unos días al fotorreportero José Castañares le robaron su vehículo, también en calles céntricas.
Ahora para cada persona que ha sido víctima de la delincuencia que pase por el zócalo de la ciudad y lea la placa de “Puebla Segura”, es como darle una cachetada.
Lo cierto es que la seguridad no se arregla con placas ni con decretos o papelitos.
 
El adiós
Esta semana deja la Dirección de Comunicación Social de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal Arturo Alfaro Galán, tras estar apenas unas cuantas semanas en sustitución de Armando López Portillo, quien se fue a la campaña de Antonio Gali Fayad.
Es una pena que un verdadero comunicador —experiodista del periódico La Jornada de Oriente— deje el cargo, sobre todo en esta instancia tan importante.
Ya les contaremos quién llega al cargo.
 
La frase de la semana
“Se rompieron las líneas de comunicación”: Facundo Rosas.
Así le gritó frente a algunos reporteros a Cristina Ortiz, encargada de comunicación en cuestiones de seguridad, en Casa Aguayo.
Y es que el funcionario estatal estuvo esperando varios minutos en la exsala Gobernadores solito para la presentación del programa Monitor Vial y nadie le dijo que había una junta de integrantes del gabinete en otra oficina.