Nuevas oportunidades se le han abierto al exrector de la Universidad Autónoma de Puebla y excandidato del PRI a la presidencia municipal de esta capital, Enrique Agüera Ibáñez.
De acuerdo con algunas versiones, el exrector de la máxima casa de estudios habría recibido dos invitaciones por parte del dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, quien de verdad le tomó estima al académico.
Agüera Ibáñez habría recibido del dirigente nacional del tricolor la invitación para que se convirtiera en el nuevo delegado del IMSS en Puebla, posición que, aunque le pareció atractiva al exrector, habría declinado aunque sí la habría solicitado para un personaje ligado a su grupo universitario, el cual teme sea desalojado de la máxima casa de estudios.
Al respecto, comentan que Agüera estaría en espera de una respuesta positiva por parte de la administración federal y que la delegación del IMSS quede en manos de su grupo, como una posición para quien fungió como candidato del PRI en el pasado proceso electoral.
La segunda propuesta que aseguran se le hizo atractiva al exrector de la UAP es la de convertirse en el próximo dirigente estatal del PRI, en sustitución de Pablo Fernández del Campo, cuando se dé el relevo del actual delegado presidente en los primeros días de 2014.
La propuesta —se dice— iría también acompañada de una promesa a futuro para que Agüera sea candidato a diputado federal para 2015, año clave para el priismo nacional y para su líder, el presidente Peña Nieto.
Y es que en México existe un reconocimiento y hasta agradecimiento especial hacia Agüera Ibáñez, cuyo desempeñó, pese a la derrota sufrida, es calificado de extraordinario por parte del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, el cual toma en consideración las difíciles condiciones en las cuales se llevó a cabo la elección en Puebla para el tricolor.
El exrector de la máxima casa de estudios es valorado por el CEN del PRI, el cual ve en personajes como Enrique Agüera y Pepe Chedraui a los hombres idóneos para comenzar la reconstrucción del maltratado priismo poblano, el cual necesita una reestructuración de manera urgente.
 
Los números hablan
Hay un hecho irrefutable, el arribo de Mario Riestra Piña a la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso local significó un cambio total para la Legislatura no sólo en términos de imagen, sino también de trabajo real.
Uno de ellos, y tal vez el más significativo, tiene que ver con el tema de la transparencia, bandera política del panismo, aunque en los hechos algunas veces no se refleje, aunque en el caso de Riestra sí lo es.
La Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP) le otorgó una calificación de 98.38 puntos al Congreso local en los temas de transparencia, cuando Riestra heredó un Congreso opaco por parte de su antecesor, quien sólo obtuvo 77.57 puntos en 2012.
Riestra no sólo llegó a poner orden en la casa, sino que además en los hechos demostró la actitud de transparentar el trabajo legislativo, cosa que no le gustó, por cierto, a muchos de sus compañeros.
El joven líder del Congreso local ha hecho un excelente trabajo y ha puesto el ejemplo de lo que es trabajar de manera ordenada y transparente, lo cual es el sello de este personaje.
 
Sobre las candidaturas independientes
Aunque ayer el Congreso del estado aprobó que para 2018 se implementen las candidaturas independientes o ciudadanas en Puebla, aún falta la reglamentación correspondiente.
Ayer la Legislatura local sólo realizó la modificación constitucional para quitarle a los partidos políticos el monopolio de la postulación de candidatos, pero queda aún pendiente su respectiva reglamentación (financiamiento, umbral de entrada, acceso a medios y fiscalización), lo cual implica una nueva reforma al Código Electoral del Estado de Puebla.
Aún quedan muchos temas que ver en torno a esta novedad, que, como ayer escribí, representa un gran avance en la incipiente democracia mexicana.