El evidente cambio en los automovilistas que acostumbramos circular por el Periférico Ecológico con respecto a los límites de velocidad se vio desde el primer minuto del pasado lunes. A 48 horas de entrar en vigor la nueva regla de vialidad, las multas, que llegan hasta casi 4 mil pesos, obligaron a los poblanos a respetar lo que debería ser parte de nuestra educación. 
Si bien es cierto que la medida tomada por las autoridades estatales logrará sin duda la disminución de accidentes automovilísticos y pérdidas humanas, la realidad es que el miedo no anda en burro y para muestra un botón. No hay reglamento que los mexicanos no acatemos si éste no afecta directamente a nuestro bolsillo y, si en Puebla se encontró la fórmula, por qué no continuar con las medidas de seguridad tanto para los automovilistas como para peatones. 
Por ejemplo, sería imprescindible para los conductores de cualquier tipo de vehículo que el reglamento vial se modificara también con respecto a las malas costumbres de los peatones. Es el caso de aquellos choferes de autos particulares (no incluyo al transporte público por obvias razones) que atropellan a una persona porque ésta cruzó a mitad de la calle y no en la esquina como debería, la no utilización de puentes peatonales en vialidades de alta velocidad o incluso regular la ubicación de los limpiaparabrisas. 
Los automovilistas no cuentan con ningún tipo de protección ante la imprudencia de los peatones y, tomando como punto de partida la Foto Multa, que ha causado de buena o mala manera una reacción positiva entre los conductores, las autoridades deberían capitalizar la reacción y continuar con la cultura vial desde todos sus ángulos. 
Un caso aparte y urgente es el comportamiento de los choferes del transporte público, que siguen siendo uno de los dolores de cabeza más grande de los ciudadanos, quienes los padecemos diariamente en las calles de Puebla. Aplicar como lo establece el reglamento a aquellos que incumplan con los límites de velocidad y paradas específicas, así como la constante violencia que ejercen hacia los usuarios. 
¿Qué le parecería, amable lector? Lo ideal es que o todos coludos o todos rabones.