Luego de que priistas de medio pelo han levantado la mano para dirigir al expartidazo en el estado, resulta que se suma otro nombre más: Libertad Aguirre Junco. No se ría, es en serio. Resulta que la excandidata a todos los cargos de elección popular cree que tiene posibilidades de presidir al instituto que tanto quiere y nada le ha dado.
Junto con Blanca Alcalá, Claudia Hernández y Alberto Barranco, la señora Libertad asoma la cabeza para ver si esta vez sí la pelan en una de sus múltiples aspiraciones, pues dentro de su militancia tricolor ha intentado ser candidata a diputada local en 2007 por el distrito 5, federal, e incluso a regidora en el pasado proceso electoral, en donde el PRI fue duramente derrotado por la coalición Puebla Unida. Pablo Fernández del Campo, aún presidente del partido, la convirtió en candidata plurinominal al Congreso local, pero en un absurdo y humillante lugar número 11.
Aguirre Junco pertenece al grupo de Alejandro Armenta Mier, exdirigente del Comité Estatal del PRI, con quien fungió como secretaria de Gestión Social y sus intenciones de ocupar un puesto a como dé lugar no han tenido éxito. Tuvo intentos, evidentemente fallidos, de obtener una de las delegaciones federales en el actual gobierno federal que preside Enrique Peña Nieto.
No cabe duda que con la llegada de Pablo Fernández del Campo a la presidencia estatal del PRI hoy en Puebla, abarataron el cargo y cualquiera se siente con la posibilidad de dirigir al expartidazo. Imagínese cómo están las cosas que en el Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, que han pensado hasta en personajes ajenos a la militancia como líderes de opinión en medios de comunicación.
Así de grave la situación entre los priistas.