No está usted para saberlo ni un servidor para contárselo, pero un servidor público del Poder Judicial del Estado ha solicitado la protección de la justicia federal para evitar ser detenido por la fuga del Román Omar Ramos Luna, interno de la cárcel de Tepeaca, lo que ha dejado como consecuencia la detención y arraigo del también servidor público Alfredo Morán Macehuatl.
Este funcionario estaba trabajando en el Juzgado de Primera Instancia de Izúcar de Matamoros pero, tras descubrirse la fuga, fue separado de su cargo y de inmediato promovió un amparo al suponer —sin estar equivocado— que sería detenido.
Otros personajes del Poder Judicial que estaban o siguen adscritos en el Juzgado de Tepeaca, cuando Omar Ramos pudo extraerse de la acción de la justicia “comprando conciencias” para obtener una libertad por conmutación de la pena, estarían a punto de ser detenidos y separados de su cargo.
Le comentó que fue en este mismo espacio donde dimos a conocer, primero, la fuga del interno de la cárcel de Tepeaca y de las investigaciones internas que se realizaban en el juzgado de ese lugar, sin que dieran aviso a la Procuraduría General de Justicia (PGJ), lo que motivó que no sólo se iniciara una investigación inmediata, sino que fuera reaprendido el principal implicado, quien con su declaración va a descubrir a quienes lo ayudaron a escapar.
También, le comentó que no es la primera irregularidad que se registra en ese juzgado, por lo que es necesario que se investigue expediente por expediente, porque hay casos de detenidos en forma injustificada por delitos que no han cometido.
En la SSPTM, el enemigo en casa
Don Amadeo Lara Terrón, secretario de Seguridad Pública y Tránsito del Municipio, se escuchaba convencido en el noticiero de Javier López Díaz de la eficacia y honestidad del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), luego de que detuvieran a un hombre que disparaba un arma de fuego y trató de sobornarlos ofreciéndoles un fajo de billetes, o cuando otro grupo policiaco se negó a ser sobornado y detuvo a dos sujetos que habían cometido un atraco; era de verdad para “presumir el huevo”.
Por esto mismo, los reporteros de policía aguardamos a que la oficina de prensa de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) enviara los comunicados para que se difundiera la honestidad policíaca, pero no fue así, los encargados de prensa enviaron un boletín de prensa de la detención de una mujer que robó jamón, galletas, un juguete y ropa de niño, como para que los poblanos se “sintieran orgullosos” de tener a una policía que persigue mujeres y se esconde ante casos delicados como sujetos armados y disparando a diestra y siniestra.
Seguramente, los encargados del área de prensa de la SSPTM se estaban rascando las narices o hurgándose en otra parte, mientras que su titular se encargaba de difundir dos buenas acciones policíacas que se quedaron en el tintero. Pero no piense el lector que es la primera vez que sucede, en esta administración municipal uno de los peores departamentos es el de prensa de esta secretaría.
Dos “jefes” de prensa han pasado sin pena ni gloria, los dos han optado por convertirse en secretarios particulares, como simples “buscachambas”, antes de dejar una buena carta de recomendación en su quehacer inicial, que fue la imagen de una secretaría que cada día se está renovando.
Los encargados de prensa sólo buscan salir de la “chamba” mal copiando un reporte de detenciones, como el de la mujer que robó por hambre, y olvidan casos como los que el secretario tuvo que resaltar solo. Sería bueno que al secretario le paguen el salario que reciben sus colaboradores, pues en realidad no se lo merecen.
Dan pena ajena.
Premio Pinocho al edil de Matamoros
La realidad es que el fin de semana pasado personal del Ejército mexicano aseguró armas de fuego a personal de la Policía Municipal de Izúcar de Matamoros y, como consecuencia, hubo detenidos.
La realidad es que el ayuntamiento de Matamoros no tiene los permisos que otorga la Secretaria de la Defensa Nacional para que su personal policiaco pueda estar armado, porque es lógico: si los permisos “están en trámite”, legalmente no existen.
Enviar un boletín donde el ayuntamiento de Matamoros asegura que no hubo decomiso de armas cuando sí lo hubo es señal inequívoca de desesperación y debilidad.
Que mal andan.
Nos vemos cuando nos veamos.