Ni duda cabe que Dios los hace y ellos se juntan. Los jóvenes rechazados en la Universidad Autónoma de Puebla iniciaron una campaña en redes sociales, en conjunto con los “estudiantes” poblanos de #YoSoy132, con el aparente objetivo de ser escuchados por el rector de la casa de estudios, Alfonzo Esparza. Digo aparentemente porque no es casualidad la unión del grupo de inconformes de la organización creada durante las campañas presidenciales en contra del ahora mandatario Enrique Peña Nieto y que posteriormente mostraron su verdadero interés a favor del entonces aspirante Andrés Manuel López Obrador, y que hoy aparecen durante un proceso de elección universitaria de rector el próximo mes de septiembre.
Resulta que los estudiantes rechazados, que oscilan entre los 17 y 19 años, ahora son “asesorados” por jóvenes universitarios con intereses más allá del dialogo con autoridades, para una posible solución a su demanda, que de inicio consistía en una segunda oportunidad para ingresar a la UAP. Ahora los huelguistas de “hambre”, quienes por cierto cocinan en donde se mantienen desde hace 10 días, emprendieron en redes sociales una campaña de desprestigio en contra de Esparza, quien aspira a ocupar la Rectoría. 
A través de los hashtags #MásInsensibleQueEsparza, #RectorDelHambre y #EsparzaIntransigente, y con el titulo de “tuiteros en la lucha”, los estudiantes aseguran que “existe incompetencia del rector interino al no poder dar una solución a las peticiones del ahora llamado Frente Estudiantil por una Educación para Todos”. Sin embargo, su fallida manifestación provocó molestia e indignación entre los tuiteros universitarios pues, no conformes con sus marchas, cortada de venas ante los medios de comunicación y su huelga de hambre con alimentos, los mal asesorados intentan ensuciar un proceso electoral en la máxima casa de estudios. 
Cabe recordar que la organización #YoSoy132 fue perdiendo su fuerza ante la aparición de intereses políticos de sus líderes, quienes perdieron credibilidad y respeto ante los ciudadanos luego de sus actos escandalosos y violentos en contra de las autoridades nacionales. Hoy pretenden proteger a estudiantes que no serán aceptados como universitarios bajo presión y amenazas absurdas. 
Pobres jóvenes. Pero si vemos maestros de la CNTE participar en actos ilegales como la toma de las vías de comunicación, amenazas de violencia y perjudicar a los ciudadanos en general, qué podemos esperar de estudiantes sin criterio que son capaces de hacerse daño a sí mismos como síntoma de desesperación. 
Ni hablar, bienvenido al nuevo México