Algunas cosas comienzan a preocupar a las finanzas de varios estados del país, quienes comienzan a sentir los efectos de la desaceleración económica del país, lo cual se refleja en una caída de la recaudación fiscal y, por ende, de las participaciones.
La Federación ha tenido que echar mano de un fondo con el que cuenta para mitigar las contingencias y evitar de ese modo recortes a las participaciones federales que reciben estados y municipios.
En este marco, dentro de aproximadamente 15 días se presentará al Congreso de la Unión la propuesta presupuestal para l 2014, la cual prácticamente pende de un hilo y ese hilo son las reformas Energética y —fundamentalmente— la Hacendaria.
Prácticamente todos los números se hacen con base en dichas reformas, que se espera sea aprobadas para que puedan existir los recursos suficientes para financiar los ambiciosos programas que se ha planteado la administración peñista para 2014.
Sin embargo, como aquí lo apuntamos, todo pende de un hilo, por lo cual los presupuestos de las diferentes entidades tampoco se han podido definir.
Al seno de la Conago las discusiones en la materia han sido duras entre los representantes de las entidades y el gobierno federal que encabeza la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de Luis Videgary Caso.
Y es que la Federación ha puesto sobre la mesa, en caso de que no se lleguen a aprobar las reformas Energética y Hacendaria, que para buscar compensar los recursos que no llegarían, los estados apliquen impuestos estatales, medida que en nada les ha gustado a los gobernadores y secretarios de Finanzas.
La medida es impopular a todas luces para los gobiernos estatales, quienes tendrían que cargar con el peso político de imponer impuestos estatales a las compras, estilo Estados Unidos, donde cada entidad quedaría libre de imponer la tasa impositiva que quiera.
La medida dada a conocer por la Secretaría de Hacienda tiene su “jiribilla”, ya que obliga a los gobernadores a ser los primeros interesados en negociar a favor de las reformas del presidente Peña, so pena de no recibir más recursos y, por supuesto, verse limitados en sus presupuestos, a menos de que quieran imponer nuevas tasas fiscales de corte estatal.
Por supuesto que a los estados no les conviene política y electoralmente cargar con el costo de implementar impuestos estatales, pero se verían —en caso de hacerlo— limitados en sus compromisos, ya que no recibirían ningún peso adicional a los recursos que manejaron en este año.
Sea artificial o sea realmente el resultados de una mala política en materia fiscal, la recaudación disminuyó de manera dramática en este año, pese a todas las medidas implementadas por la Secretaría de Hacienda.
El panorama no luce nada fácil, pues sin las reformas Energética y Hacendaria el país entraría en una franca y muy peligrosa recesión, en donde los primeros afectados serían los estados y municipios, pero fundamentalmente los ciudadanos, que tendrían que pagar el costo de más tasas impositivas o de ver paralizadas muchas haciendas públicas.
El tema —insisto— no es menor y está dentro de la agenda de riesgos que se discute en el ámbito federal y en el cual los estados juegan un papel primordial.
Mientras, el reloj comienza su cuenta regresiva, los secretarios de Hacienda de las diferentes entidades se muerden las uñas a la espera de que las dos grandes reformas salgan, para que puedan haber más recursos.
 
Robles, Lastiri y Vega
Muy bien le fue a la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, en su gira de trabajo desarrollada el día de ayer en Puebla.
La funcionaria federal estuvo en todo momento acompañada de su brazo derecho, el subsecretario poblano Juan Carlos Lastiri Quirós, quien se movió como pez en el agua en su estado natal.
Robles en todo momento intercambiaba comentarios con Lastiri, quien siempre pendiente de lo que necesitaba su jefa, le acercaba fichas o le hablaba al oído para pasarle datos u orientar a la exjefa de Gobierno del Distrito Federal, quien por fin definió con “pelos y señales” en que consiste la Cruzada Nacional contra el Hambre y cuáles son sus metas.
A otro que le fue muy bien fue al actual delegado de la Sedesol en la entidad, Juan Manuel Vega Rayet, quien también estuvo cerca de la funcionaria e incluso al término de la gira fue felicitado por la propia Rosario Robles por los eventos que organizó de la mano del gobierno del Estado.
Tanto Lastiri como Vega se pueden sentir tranquilos, su trabajo es bien visto y apreciado por quien así lo debe de ver y ayer se vio reflejado en el apapacho que recibieron de su jefa.