La tarde del domingo 5 de julio de 2009 se registró una desgracia en pleno zócalo de la ciudad, al partirse un árbol de 25 metros de alto. El árbol cayó encima de seis comensales que se encontraban en la zona de comidas del hotel Royalty.
Resultaron heridas seis personas, las más graves: una mujer y una niña de cuatro años, que posteriormente falleció.
Unos días antes, el entonces director de la Agencia de Protección al Medio Ambiente del municipio, Juan Carlos Morales Páez, había anunciado la poda de estos árboles del centro histórico, sin embargo, ésta no se realizó.
Inmediatamente, la anterior administración lanzó un programa indiscriminado de poda de árboles. Se convirtió en las siguientes semanas en el deporte favorito de esa administración: cortar árboles sin ton ni son.
Hasta se dijo que se revisó cada uno de los plantados en el zócalo por especialistas.
Acabo el trienio y todo se olvidó.
El árbol de billetes
Tuvieron que pasar cuatro años y cuatro meses para que otro árbol cayera. Esta vez el saldo no fue trágico, pero sí “desnuda” una grave situación o descuido de áreas o direcciones del ayuntamiento, como Protección Civil, Parques y Jardines, y hasta Medio Ambiente.
Pero no sólo “desnuda” un descuido, sino hasta un posible caso de corrupción.
La comuna erogó 2 millones de pesos a una empresa para que realizara trabajos de podas y derribo de árboles en la ciudad. Erogaría otros 3 millones de pesos más para la empresa que ganara la licitación para continuar con estos trabajos lo que resta del año.
Hasta José Luis Gómez Echegaray, subdirector de Parques y Jardines del municipio, mencionó que ante la falta de equipo y la demanda de trabajo que se presenta en la capital poblana para la poda de árboles, se gestionó, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, que dirige Alejando Fabre Bandini, un contrato por dos meses para la empresa Probea, para realizar la actividad.
La Secretaría del Medio Ambiente municipal sólo cuenta con dos grúas, una que alcanza los 29 metros de altura y otra de 19 metros, por lo que es insuficiente para cubrir con la demanda de la poda y derribo de árboles.
Por eso la licitación y la entrega de tanto dinero.
La caída del árbol en el zócalo, sin contar la de otros lugares, deja a la luz que no hicieron su trabajo. ¿O a poco no vieron que podría caer?
Muy grave la situación.
Por fortuna, no hubo lesionados ni heridos, sólo el automóvil de nuestro compañero del noticiario Efekto 10 Jorge Barrientos, que se quedó sin automóvil al ser aplastado su vehículo Tsuru.
Esperemos que la comuna se haga responsable de los daños, aunque es seguro que, como ya se van, no les interese y le apuesten al olvido.
Lo que sí veremos en próximos días es otra poda indiscriminada de árboles, a cortar sin ton ni son, otra vez.
La transparencia
Por fin el comisionado Federico González Magaña resolvió un recurso —aunque parcialmente— a favor de un solicitante. Ordenó que la Secretaría de Salud dé detalle de los despidos y personas que no fueron recontratadas en tiempos de Jorge Aguilar Chedraui.
Como solicitantes, ya ni habíamos apelado los alcances de respuesta entregados hasta seis meses después de la solicitud.
En Puebla pasa hasta medio año para obtener una respuesta.
El IFAI llega a resolver por mucho en casi la mitad de ese tiempo.
Pero lo menos, Federico González falló distinto otra vez, aunque hubo otro caso donde de nuevo dejaron qué desear y “mayoritearon” a Blanca Lilia.
Ese caso del periodista Ernesto Aroche, les adelanto, estará apoyado por Artículo 19 para un amparo.
Ya les contaremos.