La semana pasada, en Contracara les describí el infierno que se vivía en el Cereso de San Pedro Cholula por toda la corrupción generada por su director, Rómulo Margarito Ramírez, quien presumía su relación de compadrazgo con la presidenta Dolores Parra.
Pese a las evidentes tropelías de este personaje, de manera inexplicable se sostenía en el cargo, lo cual hacía pensar que estos excesos eran tolerados por la alcaldesa, en una clara relación de complicidad.
Entre las diversas ilegalidades, en esta columna relaté la forma en la que el director lucraba con las visitas conyugales y con diversos privilegios que se brindaban a los internos.
Para fortuna de los propios custodios y de los internos de este centro penitenciario, el jueves pasado le exigieron su renuncia a Rómulo Margarito, lo cual abre la posibilidad de que se terminen todas las anomalías que abundan en el Cereso cholulteca.
Habrá que ver si, al igual que en este centro de reinserción, se inicia una limpia urgente en las diversas dependencias de San Pedro, porque les quedan dos meses para enderezar la administración encabezada por Dolores Parra.
 
Dolores Parra, a temblar
No hay que olvidar que esta señora —al inicio de su gestión— grabó al alcalde electo José Juan Espinosa en una negociación de obras y comisiones.
En ese entonces, José Juan era visto como el diputado incómodo, para lo cual Dolores Parra se prestó para ponerle la trampa y así intentar frenarlo en su postura crítica en el Congreso del estado.
Fue tan grave el escándalo generado por el audioescándalo, que desde Casa Puebla se mandaron mensajes sicilianos al legislador, amenazándolo con una denuncia penal.
Con las vueltas de la vida, José Juan Espinosa logró la candidatura de Cholula, como parte de una negociación de partidos con el Señor de los Cerros, quien necesitaba a Movimiento Ciudadano para concretar nuevamente una mega alianza en el proceso electoral.
Así las cosas, Lolita Parra entregará la administración al que le puso una trampa que, lejos de matarlo, lo fortaleció.
Dicen que “juego que tiene desquite, ni quien se pique”. Lamentablemente Lolita —cual serpiente política— sí picó a su enemigo, pero con un veneno que no lo logró aniquilar.
Será más que interesante seguir de cerca el primer año de la próxima administración, porque seguramente saldrá un mar de estiércol.
Sin duda, los caprichos de la vida le darán a José Juan Espinosa la posibilidad de saldar una cuanta pendiente con quien intentó eliminarlo de la política.
 
Los treinta de la Libre de Derecho
El sábado pasado, los directivos de la Escuela Libre de Derecho organizaron una gran comida para celebrar el aniversario número 30 de la fundación de esta casa de estudios.
Los 10 socios fundadores —algunos ya ausentes— deben sentirse orgullosos de la aporte de la ELDP a la sociedad poblana.
Magistrados, jueces, legisladores, funcionarios, litigantes, académicos, empresarios, y hasta uno que otro periodista, han sido parte de los profesionistas que la Libre de Derecho ha visto pasar pos sus aulas.
Mi enhorabuena a todos quienes de alguna manera han sido parte de esta gran historia.