Tras la llegada del general colombiano Óscar Naranjo como asesor en materia de seguridad en Puebla, diversos medios se sumaron a los besamanos gubernamentales por tan “acertada” contratación.
Decir Colombia en materia de seguridad se ha convertido en un sinónimo de eficiencia, como si se tratara de los inventores de la seguridad mundial.
Lamentablemente, esta percepción está muy alejada de la realidad, toda vez que las circunstancias en las que ese país sudamericano logró cercar al crimen organizado nada tienen que ver con las condiciones que hoy imperan en territorio mexicano.
Sin embargo, la llegada del general Naranjo a Puebla resultaba interesante, sobre todo por la creciente inseguridad en nuestro estado, en donde los delitos patrimoniales pusieron a Puebla como uno de los peores estados en ese rubro.
Así las cosas, en su primer evento público y derivado de las ideas del general Naranjo, el gobernador lanzó su primera estrategia, la cual francamente es una tomada de pelo.
No quiero ser ave de mal agüero, pero la estrategia anunciada por este general es la vacilada más grande del mundo.
Permítanme retomar un fragmento de la nota en donde se hace pública la táctica antidelincuencia del general Naranjo, para que me digan si es o no una auténtica “mamada”.
 
Intolerancia 11 de diciembre de 2013
 
Durante el próximo año se reforzarán las acciones para mantener a Puebla como un estado seguro, mediante una inversión de 25 millones de pesos en software y 100 millones para instalación de cuatro arcos detectores en las carreteras de acceso a la entidad.
Así lo señaló en entrevista el gobernador Rafael Moreno Valle, al ser cuestionado sobre la reunión de trabajo que sostuvo con el general Óscar Naranjo, en la que el asesor entregó un análisis de la situación que prevalece en la entidad y algunas sugerencias para reforzar el trabajo realizado hasta la fecha.
“Cuando un eventual delincuente ingrese a territorio poblano, sabremos sus placas, si está acompañado, y lo vamos a detener”.
 
¡Ah, cabrón! Ahora resulta que con cuatro arcos detectores de placas van a descubrir a los delincuentes.
Que desde su ingreso a Puebla van saber que son delincuentes, además de saber cuántos vienen.
Y que desde su arribo los van a detener para evitar que cometan delitos en nuestro estado.
Jajaja.
Ahora resulta que los miembros de la delincuencia organizada son tan ingenuos como para ingresar a Puebla con vehículos irregulares y que van a pasar por los cuatro arcos de acceso, habiendo cuando menos una docena de caminos alternos para ingresar a Puebla.
La ignorancia del general Naranjo de las circunstancias que envuelven a Puebla, lo llevaron a proponer sobre las rodillas una estrategia verdaderamente absurda para controlar a los delincuentes que tienen de cabeza nuestro estado.
Según las propias declaraciones del gobernador, los arcos se van a colocar en la autopista México-Puebla, la autopista a Veracruz, la entrada de Morelos y Guerrero y otro en Tehuacán o Esperanza.
Así que los criminales ya saben por donde no entrar, por lo que las vías federales (no de cuota) seguirán siendo las vías de paso para ellos.
Además de que si vienen en un vehículo legal, pasarán como cualquiera de nosotros.
Valiente asesor el que contrató Moreno Valle.
Me imagino a un secuestrador ingresando a Puebla por la autopista México-Puebla en un vehículo robado, después de que ya le dijeron cómo van a detectarlos.
Seguramente el general Naranjo veía diariamente a los "Caquitos" de Chespirito, y piensa que así son los ladrones mexicanos.
Para su mala suerte, los delincuentes mexicanos han rebasado por mucho a los colombianos, los cuales seguramente tenían registradas sus placas con nombre y apellido.
Aquí, señor general, le aseguro que no encontrará ningún vehículo a nombre de Joaquín Guzmán.
¿Le suena?