A la Comisión de Acceso a la Información Pública simplemente le valió el segundo amparo perdido, y prefirieron irse de vacaciones.
Desde este miércoles, los comisionados el organismo garante de la transparencia agarraron sus maletas y se fueron de vaca.
Pero dejaron en el escritorio la notificación del juez décimo de distrito de la segunda derrota en su historia mediante un recurso de amparo.
¿Lo resolverán regresando de vacaciones?
Pero solo tienen 10 días hábiles para interponer un recurso de revisión ante un Tribunal Colegiado.
Si, un tribunal igualito al que les dio la primera derrota en su historia en un juicio de amparo.
¿Se atreverán a insistir en la opacidad mediante un recurso de revisión, con el riesgo de otra quemada?
Si fueron notificados, desde este viernes empiezan a correr los días hábiles.
Si no fueron notificados y el juzgado encuentra cerradas sus oficinas, podría notificar por lista y así empezar a correr el tiempo.
Lo cierto, es que este miércoles nadie nos pudo informar, ni siquiera contestaron los teléfonos.
Y es que hay que recordar que la CAIP sobreseyó hace ocho meses al menos 16 recursos de revisión del mismo número de dependencias descentralizadas para dar a conocer el número de sus despedidos.
El argumento por el que fue interpuesto dicho recurso ya fue tirado.
Tal vez por eso tranquilamente agarraron sus maletas y se fueron a vacacionar.
Total, ya fueron vencidos dos veces.
 
Los teléfonos fantasmas
Desde el mes de agosto les revelamos mediante un amplio reportaje del fraude que las empresas de teléfonos públicos han cometido en contra las arcas municipales.
Dimos a conocer que empresas dueñas de más de 7 mil 300 casetas de teléfonos públicos han encontrado en la ciudad de Puebla una especie de “paraíso fiscal” al evadir impuestos millonarios.
Al menos cinco empresas de seis de casetas de teléfonos públicos hasta la fecha operan en la ilegalidad.
No pagan un sólo peso por el uso de suelo, por lo que están evadiendo millones en impuestos municipales. Tenían que pagar seis pesos diarios por cada aparato en las calles pero no dan ni un centavo.
Las empresas son Telmex, Maxcom, BBG, Logitel y Monefón.
Se calcula que existen cerca de 8 mil casetas telefónicas en Puebla, pero sólo pagan 650, por lo que se están perdiendo poco menos de 16 millones de pesos de ingresos a las arcas.
Eso sin contar las casetas “piratas”, ya que no cuentan con ningún logotipo que identifique a la empresa que las ha colocado.
Luego de la revelación que hicimos, la regidora Sandra Montalvo tomó el caso y lo llevó inclusive al Cabildo, donde exigió hace más de un mes información al respecto.
Pero el silencio sigue.
El tesorero municipal Manuel Janeiro se ha hecho el occiso y no ha entregado nada.
Pero, eso sí, en venganza estaba planeando quitar todos los teléfonos del centro histórico con el pretexto de que no iban de acuerdo con el mobiliario.
Ni siquiera ha proporcionado entrevistas a los medios de comunicación para aclarar la situación.
¿Complicidad? ¿Omisión?
Sea lo que sea, la situación es muy turbia, y por algo no fluye la información, la que es negada inclusive por medio de la ley de transparencia.
Lo cierto es que hay que dar tiempo al tiempo, porque la cloaca podría abrirse.