Minimizar se ha convertido en el instrumento más socorrido del morenovallismo.
Ante cualquier acontecimiento que rebasa a la actual administración, siempre se recurre a restarle importancia pero esto se usa tanto para tratar de mantener una imagen impecable, que la fórmula se empieza a desgastar.
Así, el gobierno estatal le ha restado importancia al creciente problema de la inseguridad, con la actualizada frase de “son hechos ocasionales”. 
Ahora, ante la publicación de las observaciones hechas por la Auditoría Superior de Fiscalización, lo primero que se les ocurrió a los morenovallistas fue minimizarlas.
Si se revisan los dictámenes del país, en todos lados sucede lo mismo. Por favor, no mediaticemos algo que es estrictamente jurídico, legal, administrativo. Es un tema ordinario, normal, el que haya auditorías y que forma parte del quehacer público, administrativo, de las entidades, dijo el exsecretario de Salud y actual diputado local, Jorge Aguilar Chedraui.
En pocas palabras, no pasa nada.
En otros estados la situación está peor.
Y, efectivamente, revisando el informe de gasto federalizado, hay que estados que tienen mucho más observaciones, sin embargo Puebla no puede compararse con esas administraciones, en algunos casos empíricas, con una administración altamente profesional.
En ese sentido, la excontralora estatal y también diputada local Patricia Leal Islas redujo al máximo el informe de la ASF: “Por el momento únicamente son observaciones las que realizó la Federación, las cuales tendrán que solventar por los actuales responsables de cada área”.
Y aún más, en tanto la ASF no se pronuncie en definitiva, no existe ningún procedimiento en contra de la administración estatal y, por lo tanto, habrá que esperar, además de que cada área estará solventando los señalamientos hechos.
¿No se supone que la actual administración trabaja con altos estándares de calidad administrativa y transparencia?
¿Por qué se cometen errores administrativos que ponen el tela de juicio al gobierno estatal?
 
La desbandada azul
La renuncia del exgobernador panista de Nuevo, León Fernando Elizondo Barragán, al Partido Acción Nacional, es una clara muestra de la descomposición política que padece ese partido.
Los panistas formados en los principios y valores del partido prefieren dejarlo a padecer una guerra sin cuartel por los intereses de grupo y conservar los vicios y corruptelas internas que tanto criticaron.
La renuncia de Elizondo Barragán se suma a la que en su momento realizaron Rogelio Sada, Alejandro Páez, Fernando Canales Stelzer, Fernando Canales y Mauricio Sada.
El panismo va de mal en peor.