No pasaba de la medianoche de viernes, para amanecer sábado, cuando sobre la autopista México-Puebla ‎un hombre “ahogado de borracho” impactó su vehículo en la parte trasera de un automóvil, provocando que éste diera dos vueltas y luego se volcará, resultando con lesiones de consideración un hombre, una mujer y dos menores de edad.
Al poco tiempo ambulancias trasladaron a los menores y a la mujer, en tanto que el conductor responsable del accidente estaba tan ebrio que se bajó de su unidad, dejó en el piso del asiento del conductor una botella medio vacía de Buchannans y una de agua mineral. Entonces, el hombre ebrio se puso a pedir aventones, pero en lugar de esto lo retuvieron.
El ebrio entonces trató de amedrentar a los policías federales y se identificó como agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), identificándose como ‎Saúl Rojas Romero, además de que, como ocurre en estos casos, no paró de amenazar a los federales y advertirles que iba a quedar libre en un “chasquido” de dedos.
Y no se equivocó.
El funcionario público fue trasladado primero a las instalaciones federales, donde le realizaron un examen médico que indicaba que además de estar ebrio estaba intoxicado.
Saúl Rojas fue presentado al Ministerio Público de Delitos Culposos, donde le iniciaron una averiguación previa por conducir ebrio y provocar un accidente donde resultaron tres heridos, entre éstos dos menores de edad.
¿Sabe usted cuál fue el resultado del accidente donde el principal protagonista fue un servidor público?
La tarde del domingo la agente del Ministerio Público de Delitos Culposos, Julia González, decidió ponerlo en libertad con el pago de una fianza, pese a que en esos momentos sus víctimas seguían hospitalizadas, pese a que el reporte indicaba que Saúl Rojas Romero estaba intoxicado cuando ocurrió el accidente.
Le dijeron al afectado que “ya nada se podía hacer”, que mejor presentará una querella porque el MP borracho ya estaba en su casa, o “curándosela”.
Y aun más, esta MP sentenció a todos: “si esto sale publicado, nadie se la va acabar”.
Ésta es parte de una breve historia de impunidad.
¿Conoce usted algún caso similar?
 
‎Las rentas para la maña
‎Le dicen “JJ” o “Pelón” anda armado, en vehículos de dudosa procedencia, entra y sale de “antros”, principalmente de San Andrés Cholula.
Este personaje, émulo —pero en corriente— de “Cara Cortada”, cuando se encuentra en un “antro” saca a relucir lo que él llama "una pelota" de cocaína e inhala todo lo que puede, luego saca un arma de fuego, la pone sobre la mesa y pide su “renta”, luego se va.
Este sujeto además se viste con una chamarra y gorra donde lleva las siglas de la Policía Ministerial Federal; es todo un personaje.
Lo malo es que no es ni federal ni trabaja en la PGR, aunque se dice “bien protegido”.
Aunque nadie sabe porqué ha sido detenido.
¿Quién será?
Nos vemos cuando nos vemos.
 
Twitter@PonchoPosa