Tal y como lo anunció Intolerancia Diario desde el pasado 6 de enero de 2014, el Grupo Agua de México se encargará de las operaciones del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla.
Durante más de medio año el gobierno morenovallista lo negó, pero las negociaciones seguían de acuerdo con los plazos. Todo en lo “oscurito”, tal como se caracteriza la actual administración estatal, ya que uno de sus grandes aliados es la falta o poca transparencia.
Finalmente, y después de limpiar el camino, tanto en las cuestiones legales como administrativas, el manejo y control del SOAPAP fue cedido a una empresa privada el jueves pasado.
Agua de México SA de CV opera en la mitad del territorio del Distrito Federal o zona poniente, en cinco delegaciones: Tlalpan, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa.
Lo preocupante no sólo es la privatización matizada del servicio del agua potable en Puebla. Sino que la concesionaria del SOAPAP —tal como Intolerancia Diario lo ha documentado— trae consigo un negro historial.
De entrada, Agua de México está muy ligada al grupo de empresarios Gutiérrez Cortina, de la constructora Gutsa, inhabilitada por las tropelías cometidas en la obra insignia del expresidente Felipe Calderón: la Estela de Luz.
Entre la “estela de corrupción” de Gutsa se halla el retraso en la construcción de la parte medular de los pasos a desnivel en Playa del Carmen, es una muestra más de la inconsistencia de esta empresa, a la que la SCT federal —a través de Caminos y Puentes Federales— le rescindió en 2007 dos contratos por incumplimiento de obras.
Una de las licitaciones ganadas por Gutsa fue la rehabilitación de 59.7 kilómetros de la Autopista del Sol, entre Cuernavaca (Morelos) y Acapulco (Guerrero), por un monto de 335.19 millones de pesos y un tiempo de ejecución de 270 días.
En este caso, a Gutsa se le acusó de actuar con “dolo y mala fe” en los contratos de remozamiento de la Autopista del Sol y de caer en complicidad con funcionarios de Capufe.
Diputados acusaron a Gutsa de provocar daños económicos por 20 millones de pesos al dejar inconclusa la obra de la Autopista del Sol.
Gutsa fue demandada por daño patrimonial al Estado al no entregar trabajos por más de 20 millones de pesos, luego de que esta maniobra fue descubierta por Banobras, que era responsable de la autopista a través del Fideicomiso de Apoyo al Rescate de Autopistas Concesionadas (FARAC).
De 2004 a 2007, plazo en que Gutsa debió rehabilitar esa carretera que nunca terminó, ocurrieron 751 accidentes, con 120 muertes y 814 heridos atribuidos a la falta de mantenimiento y problemas estructurales en su construcción.
Gutsa dejó pendiente también la construcción de un hotel en el Wolrd Trade Center de la ciudad de México, la mega biblioteca José Vasconcelos y la terminal II del aeropuerto de la ciudad de México.
Y ahora manejará a través de Agua de México el SOAPAP.